A través de los colores

Autora: Inmaculada Beneyto Azorín

El amarillo es el sol, el marrón es la tierra, el azul es el mar, el verde es el campo.

Me gusta ver que cada cosa tiene su color ; la sonrisa es blanca y la mirada es rosa.

En casa me llaman artista, me gusta coger los lápices y las pinturas, los pinceles y recrear mi mundo en un lienzo o papel.

Recuerdo que la gente de mi alrededor me molestaba, los gritos de los niños en el parque, los coches; muchas veces me tapaba los oídos con las manos, me balanceaba y movía las manos y los dedos al lado de mi cabeza. Entonces la gente me miraba, los niños se reían y me señalaban ; recuerdo que entonces mi mamá me cogía en brazos , me sentaba en sus rodillas y me cantaba. Eso era cuando era pequeño.

Ahora yo, Nacho, tengo 22 años.

Mi vida es estupenda, soy feliz, río mucho…dicen que siempre estoy riendo o sonriendo.   Por la mañana me levanto con mi despertador, desayuno; me gusta preparar a mi la mesa, recojo los platos y ayudo a poner el lavavajillas o la lavadora; luego subo a lavarme y hago mi cama.

A mamá le encanta mi habitación ya que dice que está siempre ordenada; no se…. La verdad es que la habitación de mi hermana es algo así como un caos…. Eso dice mamá.

Después de hacer la cama me encanta sacar mi block y dibujar, me pongo mi música y pinto, eso me relaja, además puedo crear, utilizar colores y crear otros nuevos mezclando unos con otros. Mi profesor de pintura me ha enseñado a eso y a manchar la tela; así por arte de magia aparecen cosas que antes no estaban. Además me encanta estar con compañeros que no tienen autismo pero que pintan como yo. Aprendo mucho de ellos y todos dicen que aprenden mucho de mi; me gusta hablar con ellos, nos reímos mucho, algunos nunca habían tratado a alguien con autismo y de verdad que lo hacen muy bien, al igual que mi profesor… son muy pacientes, nunca hablan muy alto y me dejan escoger la música para la clase, ahora estoy aprendiendo a hacer bromas.

Como ahora estoy de vacaciones pinto en casa; mi vida es muy sencilla pero bonita. Gracias a la pintura ya no soy tan nervioso, se relajarme y aprendo a conocer los sentimientos de los demás.   Lo que me hace más gracia es ver la cara de todos cuando termino un dibujo o una pintura…¿ no sabían que un chaval como yo, con autismo, puede hacer cosas increíbles?; ¡ claro que somos capaces!.

Muchos pensaban que nunca aprendería a patinar o a montar en bici, o a nadar , pero aunque necesité más tiempo al final fui capaz; solo es eso, cuestión de tiempo.   Hoy miro atrás y recuerdo como me negaba a dibujar cuando iba al psicólogo o al neurólogo y me pedían que pintase a mi familia, un árbol o una casa.

Pase años sin querer coger un lápiz; un día todo eso cambió.   Hoy no veo mi vida sin mis pinturas, mi cuaderno o mi lienzo. Mi mochila con todo eso siempre va conmigo, donde voy pinto, yo no veo que sea nada del otro mundo; solo capto cosas y plasmo mis pensamientos, mis percepciones, el maravilloso mundo que tenemos delante y que a veces no vemos.

Cuando a mis padres les dijeron que tenia espectro autista , pensaron que mi vida iba a ser muy difícil, hoy veo que no ha sido así. Ellos no conciben la vida sin mi , y yo sin ellos.

¡Ahh ,otra cosa!, me encanta ir al Museo del Prado y ver a mi pintor favorito: Goya. Conozco el camino a cada sala a la perfección, se por donde subir, donde está cada uno de sus cuadros, puedo estar horas miranda cada cara y cada expresión; se donde colocarme para ver mejor sus pinturas , y eso poca gente lo sabe, pero yo si..   La verdad es que necesito poco para ser enormemente feliz.

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