ESTAR ES OTRA FORMA DE DAR AMOR

Autora: Virginia Martínez

Este relato se lo quiero dedicar a mi abuela Juana, porque siempre ha sido un gran apoyo para mi madre, desde el año 2010 el alzheimer entro en su vida para secuestrarle su memoria, sus recuerdos, su voz, pero el amor todavía no ha logrado arrebatárselo y aprieta con fuerza la mano de mi madre.

Soy la princesa del país de Nunca Jamás, quien escribe es mi madre, yo no tengo la capacidad (hoy en día) ni de leer, ni de escribir, tampoco sé contar, ni los colores, Este año he cumplido 16 años, y unos meses antes de los 8 años el dr. Albert Torné  le dió a mi madre el diagnóstico de Autismo Atípico, puedo hablar, aunque repito muchas ecolalias (palabras que he oido) no puedo memorizar los días de la semana, sin embargo sé canciones de memoria y escuchando la primera nota sé que cantante es.

Siiiiiiiiii, tengo 16 años y cada mañana nada más despertar le digo a mi madre «buenos días, te he dicho ya que te quiero» soy muy, muy divertida,  e interactúo mucho en las conversaciones, sobre todo  si el tema es un poco escatológico, sí, soy muy infantil.

Hace unos días, le dije a mi madre:  mamá, ven, he hecho una caca, tan grande como la nariz de Pinocho.

Tengo unas salidas muy divertidas, esta creo que la contó mamá en el blog, pero un día cocinando en la olla presión, le dije a mi mamá: mamá, ven, que salgo en la olla !!! ( me veía reflejada, como si fuese un espejo y me hacía mucha gracia)

Cuando entro en algún sitio, digo: «buenos días» eso sí gritando, para que todo el mundo se entere.

Siempre que como algo que me gusta, digo: esto está buenísimo, puedo repetir??

Me encanta la música, en cuanto oigo algo que me gusta y vamos en coche, le digo a mamá: a tope!!

La seguridad me la da mi madre, por mi, nunca me separaría de ella, pero como eso no es bueno para mi, mamá ha hecho las gestiones necesarias para que consiga al menos separarme alguna noche de ella y poco a poco, pueda independizarme para mejorar en mi madurez.

Empiezo el sábado, así que vamos a cruzar los dedos.

La medicina que mejor me funciona, es una que todos poseemos, es increible que cualquier persona la pueda dar y lo tacaños que somos. Yo no, porque la reparto a raudales, mamá incluso me regaña, por ir repartiendo abrazos a personas desconocidas. Aún así, debemos tener un imán para las buenas personas, mamá dice que son angeles, porque siempre que he tenido una rabieta, nos han ayudado, siempre con una sonrisa hacia mi madre.

Siiiiii, el amor es mi mejor medicina, pero no ese «te quiero» de un frasco vacío, los que me quieren, se dan a mi, en tiempo, en paciencia, en sonrisas, en juegos, Estar es otra forma de dar amor ,… además soy insaciable, quiero sobredosis de amor, por eso dejo agotados a los que me rodean, sííí, desgasto, pero también aporto tanto, que es recíproco nuestro amor.

Si hay algo que no entiendo, es si dar amor lo podemos hacer todas las personas del mundo, jóvenes, mayores, ricos, pobres…cómo no lo hacemos, incluso personas muy cercanas a mí.

Pero lo bueno es que no importa, que no lo hayas hecho, puedes empezar a hacerlo a partir de ahora mismo, verás cómo toda tu vida empieza a cambiar para bien.

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