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Donald Grey Tripplet fue la primera persona en el mundo con diagnóstico de TEA en los años 40.

Fuente: www.t13.cl 

Nacido en 1933 en Forsest, Mississippi (EE.UU.), hijo de Beamon y Mary Triplett, un abogado y una maestra de escuela, Donald era un niño profundamente introvertido que nunca ofreció una sonrisa a su madre o respondió a su voz. Parecía estar todo el tiempo en un mundo aparte, con su propia lógica, y tenía una manera especial de utilizar el lenguaje.

Donald podía hablar e imitar palabras, pero la mímica no parecía ajustarse al significado. A menudo hacía eco de palabras que escuchaba decir a su alrededor. Durante un tiempo, por ejemplo, comenzó a pronunciar las palabras «enredadera» y «crisantemo» una y otra vez, además de la frase «podría poner una pequeña coma». Sus padres trataron de que se abriera, sin éxito alguno. Donald no estaba interesado en jugar con otros niños y ni siquiera levantó la vista cuando un hombre vestido de Santa Claus le visitó para darle una sorpresa.

En 1938 le llevaron a la consulta del doctor Leo Kanner. Al principio, Kanner no supo cómo proceder. No estaba seguro de en qué «casilla» psiquiátrica debía meter a Donald, ya que no parecía encajar en ninguna de ellas. Pero, tras varias visitas de Donald, y después de tratar a otros niños con conductas parecidas, publicó un revolucionario documento en el que establecía los términos para un nuevo diagnóstico.

Donald es ahora, a los 82 años la viva imagen de un jubilado feliz, lejos de la cadena perpetua en una institución que por poco fue su destino, donde seguramente se habría marchitado y nunca habría hecho ninguna de las cosas que le gusta hacer, entre ellas el golf.

Mucho se ha dicho y escrito sobre Leo Kanner, y es una de las personas con mayor peso en materia de autismo, con publicaciones de relevancia entre ellas «Autistic Disturbances off Affective Contact», publicado en 1943 y que se traduciría como Trastornos Autistas del Contacto Afectivo. Una publicación que fue una de las bases en las que se fundamentan los estudios del autismo más modernos.

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