Mas lento, pero no menos lejos
Autor: Antonio García
Hola a todos me llamo Ana y tengo autismo… Así podría comenzar mi discurso, que jamás pronunciaré frente a nadie.
Ya tengo 51 años y toda una vida por detrás y por delante. No se si este relato le resultará interesante a alguien, pero por si acaso os contaré un poco de mi vida.
Tuve una infancia complicada por no decir «infernal» y no por las cientos de horas en terapias recibidas de profesionales de todo tipo, corrían los años sesenta y en mi país, la parte que no la arreglaba un psicólogo, lo hacía una maestra «de las de antes» (con mucha mano dura y muy suelta). La verdad es que no era esa mi peor situación, mi nivel de hiperactividad, mis nervios, mis rabietas y no hablar hasta casi los 11 años, hicieron de mi infancia un mundo en el que yo no encajaba. Para mi eso era lo peor, no sentirme comprendida, sentirme discriminada y acosada permanentemente.
Pero bueno, poco a poco con mucho trabajo, con muchas broncas, muchas bofetadas (era lo que se estilaba en educación…) y todo el amor de mis padres, salí adelante y me convertí en una adolescente rebelde.
Con el tiempo me casé, tengo tres hijos maravillosos y por casualidades de la vida, mi hija es Psicopedagoga experta en autismo, ella me ha enseñado el «porque» de muchos de mis comportamientos y desde hace años me comprendo mejor y los demás también. Eso si, menos mi familia nadie sabe que tuve autismo severo y piensan que soy un poco «rara», pero como mi hija dice SER DIFERENTE ES ALGO COMUN, así que espero que los demás hagan un pequeño esfuerzo por quererme como soy y yo prometo, hacer el mismo esfuerzo o más por querer y comprender al resto de la sociedad.
Por cierto, no solo soy esposa y mamá, también soy licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales, hablo Inglés y Español y soy una mujer de éxito empresarial. Eso si, a veces me pierdo en las conversaciones, me cuesta mirar a los ojos, no tolero bien el contacto físico, etc etc Pero soy feliz y mi familia también.
Un beso a todos,
Ana