Me llamo Pau, tengo siete años y tengo autismo.
Qué extraña presentación, ¿verdad?.
Cuando nos presentamos en la vida cotidiana a las personas que no conocemos, decimos nuestro nombre, donde vivimos, a lo sumo en qué trabajamos, pero no damos mayores explicaciones sobre nuestra situación personal.
Cuando una persona tiene autismo, cuando ese autismo le inhabilita para comunicarse de una forma normalizada, esa persona parece que se deba justificar en todo y frente a todos.
Pues bien, empezaré de nuevo: me llamo Pau y tengo siete años y sí tengo autismo.
Cuando mis padres pusieron en marcha el proyecto de mi vida, imaginaron cómo sería el color de mi perlo, si lo tendría rizado, si seria alto, simpático, pero jamás pensaron que una circunstancia como el autismo pudiera ser el adjetivo que me definiera delante de otras personas.
En mi familia somos cuatro y yo soy el mayor de dos hermanos. Eso hace que haya tenido mayor dedicación por parte de mis padres durante mucho tiempo, y hace también que le lleve ventaja en el número de fotos a mi hermano Andreu.
A simple vista nada me diferencia de un niño de mi edad, pero cuando la gente esta un poquito más de tiempo conmigo se da cuenta que necesito ayuda para entender el mundo que me rodea.
No suelo jugar con los niños de mi edad, les cuesta entender mis rutinas y mis preferencias a la hora de elegir a qué jugar, pero mis papás se encargan de que acepten mi forma de ser y entiendan un poquito más mi forma de relacionarme con el mundo.
Me gusta jugar con la pelota, ver a mi hermano y a mi primo montar en bicicleta y sobre todo me gusta muchísimo la música.
Como no tengo palabras, utilizo la música para expresarme cuando quiero dormir o cuando quiero ver una película que me gusta mucho.
Me relaja que me canten sobretodo cuando lo hace mamá, aunque también me gusta que mi hermano me cante. En ese momento no hay diferencias entre nosotros.
Me da mucha risa escuchar a mi hermano contarle cosas a mis padres, y también me gusta participar de esos momentos a mi manera.
Mi día a día está lleno de retos nuevos y de pequeños logros que hacen que me sienta orgulloso de mi mismo.
Este año he aprendido a comer solo con la cuchara y cada vez que lo hago hay un montón de miradas sonrientes que me felicitan con un CAMPEÓN.
Fíjate, ese adjetivo no estaba dentro de los adjetivos iniciales con los que mis padres podían imaginarme antes de nacer, y a día de hoy creo que es el que más me define.
Soy un campeón porque aprendí a caminar a pesar de que el neuro pedriatra que me atendió por primera vez utilizó para mí el adjetivo de incapaz, y no confió en mi perseverancia.
Soy un campeón porque un día sin pensarlo más, decidí por mi cuenta que la música sería mi medio de comunicación y desde entonces mis papas entienden mejor mis deseos.
Soy un campeón porque he aprendido a pedir a mi manera las cosas que necesito, a pesar de que tampoco confiaran en mí las profesoras del primer colegio al que me llevaron mis papas.
El mundo que me rodea está lleno de ruidos, obstáculos, imágenes que no comprendo y sin embargo mi mundo está siempre lleno de música, de gestos sencillos, de miradas trasparentes porque no entiendo las mentiras, ni los dobles sentidos de las frases, ni quiero aprenderlos.
En fin que ese soy yo, Pau el campeón, el luchador, el sonriente y además el niño que padece autismo, no el autista.
Si alguna vez te encuentras conmigo no me grites, utiliza palabras sencillas y frases cortas para que te entienda mejor. En poco tiempo conseguiremos comunicarnos, y te aseguro que para mi será gratificante y para ti también.
Imagina cómo te gustaría que te tratara yo, para tratarme tú así a mí.
Cada año el día 2 de abril, se celebra el día mundial de concienciación del autismo. Si quieres ese día puedes poner un globo azul en tu ventana. Seguro que alguien te pregunta por qué has hecho eso.
Háblale de mí, así será más fácil que muchas más personas me conozcan, me comprendan, y me ayuden a ser un CAMPEÓN, que es lo que quiero ser.
¿Qué te parece, estas dispuesto ayudarme?. Porque yo estoy dispuesto a ofrecer mi mejor sonrisa a cambio de tu comprensión, porque yo también quiero que tú pienses que soy un campeón y entre los dos hagamos un mundo más sencillo para mi, lleno de música.
Mª José Moreno. (mamá del CAMPEÓN)
Traducción al inglés:
My name is Pau, I’m seven years old and I have autism.
What a strange introduction, don’t you?
When we everyday introduce ourselves to people that we don’t know, we say our name, where we live, at large where we work, but we hardly talk about on our personal situation.
When a person has autism, when the autism disable you to communicate in a standardized manner, seems to be that person must justify before everybody and every time.
Well, I’ll start again: my name is Pau, I’m seven years old and yes, I have autism!
When my parents started the project of my life, they imagined the color of hair, if I would be curly-haired, if it would be high, friendly, but never thought that a circumstance such as autism might be the word that defined me in front of other people.
In my family we are four and I’m the older of two brothers. It makes I had more dedication from my parents for a long time, and also makes me take advantage in the number of photos to my brother Andreu.
At first glance, there is nothing at all that makes me different from any child of my age, but when people are a little more time with me, realize that I need help to understanding the world around me.
I do not usually play with kids of my age cause they have trouble to understanding my routines and my preferences for playing, but my parents are in charge of they could accept the way I am and they could understand a little more my way of relating to the world.
I like to play with the ball, to see my brother and my cousin ride a bike and mainly I really like the music.
Because I have no words, I use music to express myself when I sleep or when I watch a movie that I like.
Singing to me, it relaxes me especially when mom does, but I also like when my brother does it. Then, there is no difference between us.
Listening to my brother telling things to my parents, gives me a good laugh, and I also like to participate, in my way, in those moments.
My daily life is full of new challenges and small victories that make me proud of myself.
This year I learned to eat alone with a spoon and each time I do there are plenty of looks smiling me and deeming as a CHAMPION.
Pay attention, this adjective was not in the initial adjectives with which my parents could imagine before birth, and today I think it’s the most defines me.
I am a CHAMPION because I learned to walk, though the neurologist who treated me for the first time used the adjective incapable, and did not trust my perseverance.
I am a CHAMPION because without more thoughts, I decided for myself that music would be my media and since then my parents understand much better my wishes.
I am a CHAMPION because I’ve learned to ask, in my way, the thing I need, although the teachers of the first school that my parents took me not trust me either.
The world around me is full of noises, obstacles, images that I do not understand and yet my world is always full of music, simple gestures, and transparent looks because I do not understand the lies, or double meanings of sentences, and I don’t want learn them either
In short, that is me, Pau the champion, the fighter, the smiling one and also the child who has autism, not the autistic one.
If you ever meet me, do not shout at me; use simple words and short phrases to understand you better. We will get in contact very soon, and I assure both of us will receive a tremendous rewarding.
Imagine how you would like I treat you, so you treat me as well.
Each year, on April 2, marks the World Day to raise awareness of autism. If you like, that day can put a blue balloon at your window. I’m sure someone asks you why you do that.
Talk about me, so it will be easier for many more people to know me, understand me and help me to be a CHAMPION, that’s what I want to be.
What do you think; you’re willing to help me? Because I’m willing to give my best smile in return for your understanding, because I want you to think I’m a champion and with your help could make the world easier for me, full of music.
María José Moreno (the CHAMPION´S mom