Fuente: El Pais
Las palabras no garantizan la comunicación entre las personas. Lo sufren las personas con autismo, lesionados cerebrales y otras personas con algún tipo de discapacidad. También sus familiares. E-Mintza (habla electrónica en euskera) es una aplicación multimedia que les permite comunicarse gracias a un catálogo de 400 imágenes asociadas a sonidos. El programa, de descarga gratuita, está disponible para ordenadores con el sistema operativo Windows y los aparatos que funcionan con Android. En sus siete primeros meses de vida se la han descargado 17.000 personas de 55 países distintos. Entre sus ventajas, la posibilidad de personalización para cada paciente.
Las personas que sufren autismo suelen valerse de una serie de fichas con fotografías de objetos, pictogramas o agendas que reúnen en una colección de imágenes. E-mintza viene a tener la misma utilidad pero concentrada y casi ilimitada en tabletas y ordenadores. Ahora también preparan la versión para iPad.
Disponible en euskera y castellano, permite seleccionar dibujos de objetos u acciones, que al pulsarlos reproducen una voz, que el usuario puede elegir entre cuatro distintas. Para crear frases completas solo hace falta elegir hasta un máximo de seis palabras y colocarlas en la pizarra. Se puede repetir tantas veces como quiera cada término o frase, facilitando su asimilación y aprendizaje. En definitiva, e-Mintza mejora la comunicación del enfermo con su interlocutor, porque le permite expresar qué es lo que quiere o cuáles son sus necesidades.
Aunque el programa por defecto reúne 400 términos agrupados en 12 grupos, puede almacenar hasta 10.000 palabras. Basta con hacer una fotografía de algún alimento, juguete u objeto cotidiano, escribir su nombre y añadirlo a la colección. “Cada paciente es un mundo y tiene unas necesidades específicas”, explica la logopeda del proyecto, Ane Basurco, en referencia al nivel cognitivo de cada persona con autismo u otro tipo de enfermedad. E-Mintza permite adaptarse a cada realidad, no sólo por la inclusión de un abanico amplio de vocabulario, también por la posibilidad de personalizar los grupos, quitando o añadiendo palabras en función del desarrollo del paciente.
La aplicación ha sido diseñada por Joaquín Fuentes, psiquiatra especializado en infancia y adolescencia de la Policlínica de Gipuzkoa, en colaboración con la empresa Nesplora. Testada a lo largo de tres años, permite su empleo a cualquier tipo de persona y edad. Las primeras pruebas se realizaron con seis personas, dos niños, dos adolescentes y dos mayores de edad. En este vídeo, los responsables explican la aplicación, que definen como un «sistema personalizable y dinámico de comunicación aumentativa y alternativa dirigido a personas con autismo o con barreras de comunicación oral o escrita».
Sus impulsores, entre los que también se encuentran la Asociación de Autismo Gautena, la Fundación Orange y el Ministerio de Industria, destacan otras utilidades, como la posibilidad de crear una agenda para anotar hasta seis actividades, fundamental para el día a día de las personas con autismo, según los médicos. Y la opción de incluir en un apartado toda la información relativa al paciente (nombre, edad, domicilio, persona de contacto y datos médicos) por si “el niño autista se pierde y de repente se ve en medio de la marabunta, se bloquea, y no es capaz de comunicarse por mucha gente que le pregunte o intente ayudar”, concluye Basurco.