Según CERMI Madrid, el empoderamiento y liderazgo de las mujeres con discapacidad debe contribuir a la visibilización de sus capacidades y a la erradicación de la violencia de género.
Fuente: CERMI Madrid
Para el Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid (CERMI Comunidad de Madrid) la igualdad de oportunidades es un objetivo prioritario y esto se refleja en distintas iniciativas llevadas a cabo. La presidenta del comité madrileño, Mayte Gallego, participó el pasado mes de diciembre en una jornada bajo el título “Mujer y discapacidad, una mirada desde la violencia de género”, junto a otras federaciones, organizado por la Dirección General de Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Madrid y dirigido a las Agentes de Igualdad del consistorio. Esta acción se recoge en el Plan Madrid Incluye del Ayuntamiento de la capital.
“Es el principio de una colaboración que continuará, y que pretende que las Agentes de Igualdad se animen a organizar actividades concretas para mujeres con discapacidad, que inserten nuestras necesidades en cualquier línea que vayan a desarrollar y por supuesto que cuenten con el CERMI Comunidad de Madrid y sus entidades para asesorarlas en lo que necesiten”, afirma Mayte Gallego, a la vez que se muestra preocupada por los casos de violencia de género que siguen apareciendo: “Tenemos que visibilizar nuestras necesidades, sobre todo las de las mujeres que más difícil lo tienen para defenderse, para denunciar, e incluso, para discernir qué es maltrato”.
“Nada por nosotras, sin nosotras”, es el reclamo con el que el CERMI han pedido siempre la visibilidad de las mujeres con discapacidad, ellas deben ser las protagonistas de sus propios testimonios y exigencias, para contar su realidad y que se escuche su propia voz.
El empoderamiento y liderazgo de las mujeres con discapacidad debe contribuir a la visibilización de sus capacidades y a la erradicación de la violencia de género: “Lo trabajamos a diario en las entidades y en el propio CERMI, pero las Administraciones y toda la sociedad debe estar concienciada y apoyarnos en esto”.
Las mujeres con discapacidad todavía tienen escasas posibilidades de formación, dificultades para acceder a un empleo, encuentran graves obstáculos para ser madres y sufren una gran estigmatización social. Estas circunstancias hacen que su vulnerabilidad sea mayor, que se sientan indefensas, que su autoestima sea baja y que, desgraciadamente, tengan más probabilidades de sufrir violencia de género, no solo por parte de sus parejas o exparejas sino de familiares, cuidadores/as o personas cercanas.
“La participación directa y en primera persona de las mujeres con discapacidad debe seguir trabajándose”.