EL AMOR SUPERA TODOS LOS MALES
Autor: Alvaro Jiménez
Desde la infancia, Naira había presentado problemas para relacionarse con las demás personas debido al autismo, pero en los últimos años, la joven de 16 años, había desarrollado una unión mágica con su hermana Ariadna que tenía cinco años más.
Ariadna se tuvo que marchar de Erasmus a Roma y Naira no acogió la noticia de la mejor manera posible ya que su tristeza dejó tocada al resto de la familia. Naira era una chica con ojos claros, pelo oscuro y con un amor incondicional hacia la persona que había estado con ella día y noche desde que nació, su hermana.
Ya en diciembre, cuatro meses después de que pusiese rumbo a la capital italiana, Naira estaba nerviosa porque su hermanita iba a llegar en las próximas semanas al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para pasar las navidades con ellos. Ya tenía reservados los billetes para el día 18 y Naira había preparado un calendario en el que tachaba los días y contaba los que quedaban para volver a reencontrarse.
Cuando llegó el día, la pequeña de la familia hizo a sus padres estar en el aeropuerto desde por la mañana porque no aguantaba más tiempo en casa, a pesar de que Ariadna llegaba por la tarde.
A eso de las 18.30 horas, la puerta se abrió y Ariadna llegó en un estado de salud que no era el óptimo con fiebre alta, tos y mareos después de unos últimos días en los que no pudo salir de la cama.
Al verla, sus padres decidieron llevarla al hospital donde fue ingresada para realizarla unas pruebas y que se recuperase lo antes posible. No era nada, aseguraron los médicos, pero de todos modos Naira se quedó día y noche al lado de esa cama sin apenas dormir para cuidar de su hermana.
Ariadna y sus padres, Roberto y Virginia, le decían que tenía que irse a casa y descansar para volver al día siguiente con las pilas cargadas, pero no hacía caso. Sólo salía para comer y para estirar las piernas a regañadientes, obligada por sus padres ante su insistencia en no separarse de su hermana.
Por las noches, Naira tocaba la cara a su hermana y la decía que no se preocupase que se iba a poner bien porque ella estaba a su lado para protegerla a lo que Ariadna la respondía que no podía pasar nada malo si estaban las dos juntas.
Las pruebas confirmaron que lo que padecía Ariadna era Mononucleosis, una enfermedad molesta pero que no hacía peligrar lsu vida aunque debía permanecer un par de días más ingresada hasta que los síntomas se minimizasen.
Al escuchar esas palabras salir de la boca del médico, Naira sonrió como nunca lo hizo tras darse cuenta de que su hermana iba a estar en casa en pocos días celebrando la navidad.
Pasados los dos días, la enfermera se acercó para quitarle la vía y Naira seguía allí, no la quiso dejar ni en ese momento y estuvo con ella durante todas las vacaciones sin separarse hasta que Ariadna tuvo que regresar a Italia.
La angustia que tuvo Naira hasta que vio a su querida hermana recuperada dejó una muestra de amor de la que no se hacen películas, pero de las que forjan una relación que nada ni nadie puede romper. El amor incondicional de una persona que se queda las 24 horas con alguien a quien quiere, que no la deja sola ni un minuto y que lucha para que se recupere lo antes posible, no da lugar a dudas.
Sólo una auténtica heroína puede hacer de un problema, el momento más maravilloso del mundo. Naira es una de esas heroínas, a pesar de que esta história no está basada en hechos reales, porque Naira hace referencia a todas aquellas personas que actuan con amor, solidaridad y respeto.