Ya lo creo que ganaron

Fué una explosión de alegría , color  y  ¡Sorpresa!

Tuvo lugar en el Club de Campo Villa de Madrid hace cinco años

Un día  del mes de marzo  en  que el cielo nos acompañó luciendo el sol en todo su esplendor. . También el Cielo estaba de fiesta, estaba de nuestra parte.

Los autobuses iban llegando y de ellos bajaban  alegres grupos de chicos y chicas  luciendo orgullosos  sus correspondientes polos y gorras  de  diferentes colores.

Allí los esperaban grupos de voluntarios que les iban asignando  sus respectivos puestos. En seguida las gradas se llenaron de color: verdes, amarillos, azules….

En la parte de atrás de las gradas, también con sus colores correspondientes, varios grupos de personas  se colocaban en orden detrás de sus  banderas, las de su Centro,  al que representaban, preparándose para lo que sería su Primer Desfile Olímpico

Llegaron las autoridades, y con la música Carros de Fuego,   los deportistas fueron desfilando detrás de sus banderas, saludando, sintiéndose importantes, animados por su compañeros de las gradas,  hasta colocarse en la pista de “atletismo” preparada exclusivamente para  ellos.  ¡Como se portaron! Qué alegría transmitían tanto los monitores que les acompañaban como ellos. La emoción que sentimos en ese momento es difícil de explicar. Se consiguió que a algunos se nos saltaran las lágrimas.  Y aplaudíamos a rabiar.

Varios  deportistas, acompañados de sus monitores,  llevaron corriendo y turnándose la antorcha olímpica hasta el pebetero.  Se encendió la llama olímpica y  comenzó el I Encuentro Deportivo de personas con discapacidad gravemente afectadas (TEA y TGD)  Modalidad : Atletismo adaptado

Se organizaron diferentes pruebas, todas adaptadas a las diferentes capacidades de los deportistas: lanzamiento de pelota, salto de longitud, carreras, caminatas, bicicleta,  y una exhibición de hípica terapéutica para personas con discapacidad.  Daba gusto ver lo bien que se lo estaban pasando nuestros deportistas. Y ¡como competían!

Fue una sorpresa. Doscientas personas con discapacidad intelectual, gravemente afectadas (Autismo y TGD)   que nunca habían hecho deporte, que llevaban una vida generalmente  sedentaria,  gracias a la imaginación, la ilusión y el trabajo  de un grupo de padres  de ANTARES  y el apoyo de diferentes instituciones,   consiguieron  ser los protagonistas de un día muy especial.

Las gradas estaban formadas por alumnos de colegios normalizados demostrando su solidaridad con alegría e ilusión. Los deportistas pertenecían a diferentes centros de discapacidad de  la Comunidad de Madrid. Cada clase de un colegio normalizado vestía el polo del mismo color que los deportistas de un Centro y eran los encargados de animarles y ayudarles en sus pruebas. ¡Qué gozada daba ver a chicos y chicas  de 14 y 15 años perfectamente integrados con los deportistas!

Y por supuesto el acto culminante fue la entrega de medallas y diplomas a los ganadores y participantes. La felicidad de los nuevos deportistas era evidente.

El acto resultó impresionante. Nadie se creía lo que estaba viendo. Doscientas personas con discapacidad grave, (Autismo y TGD) de todas las edades, participando en un acto deportivo. Hacía solo  unos meses era impensable, nadie nos creía que pudiera salir bien.

Y allí comenzó lo que iba a ser la concienciación de que la vida activa era un punto determinante en el desarrollo de  las personas con discapacidad. No debían quedarse parados. Había que ofrecerles alternativas para evitar el sedentarismo.

Ha habido  mas encuentros durante los siguientes años,  con preparación y «pruebas preolímpicas»  antes del encuentro  final, pero, aunque todos estuvieron perfectamente organizados y los resultados fueron espectaculares, ninguno tuvo el impacto del primero y  fue el inicio de algo que se está consolidando.   Ahora nadie piensa que las personas  gravemente afectadas tienen que estar sentadas viendo la TV. ,

Y de ello estamos muy orgullosos todos los que  aquel año participamos en él,  tanto en la organización como en el desarrollo del acto.  Gracias a todos , hoy en día todas las personas que trabajan con personas con gran discapacidad  saben  que pueden y deben  impartir  un entrenamiento  continuado de vida activa  necesario para su desarrollo personal.

(Nota: Este relato, como es lógico,  no entra en el concurso. Sólo quiero dejar constancia de un acontecimiento que tuvo lugar hace cinco años en el que participé y que gracias a él, actualmente vuestros hijos mas jóvenes  tienen nuevas expectativas.   Hay que trabajar para,  en el futuro,  ver los resultados, aunque  sean  en otras personas. )

Teresa Cárdenas

 

 

 

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