Historia del Voluntariado

El voluntariado – un modo de participación y contribución social presente a lo largo de la historia – ha cobrado un nuevo rumbo en las últimas tres décadas, adquiriendo un papel singular en el terreno de la iniciativa social. La idea de dedicar tiempo personal en beneficio de otros de manera voluntaria y sin esperar algún tipo de retribución económica a cambio, tiene sus orígenes desde que el humano es un ser sociable.

Ya en las sociedades primitivas el ´trabajo voluntario’ era asumido por la familia, el clan o la tribu y los vínculos que unían a los individuos dentro de estos grupos constituían la principal motivación de ayuda mutua. No existían impulsos humanitarios ni religiosos para ayudar a otros que no pertenecían al círculo inmediato. En España, las acciones caritativas que los ciudadanos ejercían en la Edad Media estaban representadas en forma de limosna, como ejemplo de buena voluntad y acto piadoso de la sociedad cristiana de la época.

La Iglesia solía tener una fuerte influencia en prácticamente todos los niveles de la sociedad tomando protagonismo la acción caritativa para dar paso a las instituciones, lo que se denomina la BENEFICIENCIA PÚBLICA, creándose en Brujas en 1526 el primer plan municipal de beneficencia. En España, aparece de manera más tardía.

En 1934, el Estado empieza a ocuparse de la protección social de las personas con necesidades, conformándose así el sistema de ASISTENCIA SOCIAL. Este sistema ofrecía ayudas puntuales para dar respuesta a bienes de primera necesidad. Se establece el concepto de IGUALDAD DE DERECHOS para todos los ciudadanos, poniendo en marcha medidas correctoras, profesionalizadas y sistematizadas que trabajan por mejorar la calidad de vida de los colectivos sociales que presentan situaciones de exclusión social.

Hoy en día, la mayor parte de la actividad voluntaria se realiza a través de entidades de carácter social, con programas específicos que se plantean para dirigir el voluntariado. Cuenta con un marco normativo propio, el impulso de los poderes públicos y el afianzamiento y la difusión de buenas prácticas en sus diferentes campos de acción.