Hoy, en el Día Mundial de la Salud Mental, recordamos que alrededor de un 70% de las personas con TEA presenta un trastorno comórbido.
Fuente: Autismo Madrid y Autismo España
La Comorbilidad Psiquiátrica es bastante frecuente en el colectivo de personas con TEA, pero existen pocos estudios en adultos que aborden esta temática con la suficiente profundidad o con la metodología adecuada.
El pasado mes de mayo, al hilo de la VIII Jornada Autismo Y Sanidad: Comorbilidad, Salud Mental y TEA, organizada por la Federación Autismo Madrid se abordaron diferentes aspectos sobre Salud Mental, de mano de la Dra. Patricia Hernández Jusdado.
La Doctora Hernández Jusdado, explicó que la exploración y el diagnostico son complicados de realizar debido a las dificultades de comunicación de las personas con TEA, por ejemplo las que presentan algunas personas con Autismo a la hora de reconocer y explicar sus emociones.
Dentro de la comorbilidad en Autismo, Hernández Jusdado destacó el trastorno depresivo, el trastorno de ansiedad, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
Salud Mental y Sistema Nacional de Salud
La Confederación Autismo España asegura hoy en una nota de prensa que siete de cada 10 personas con TEA presentan al menos un trastorno comórbido de salud mental a lo largo de su vida, así como altos niveles de malestar psicológico; 6 de cada 10, incluso más de uno. A pesar de ello, apenas existe investigación ni está contemplada en el Sistema Nacional de Salud ni en los dispositivos existentes especializados en la atención a la salud mental de la población.
Los trastornos mentales más frecuentes que sufren los TEA son los trastornos del estado de ánimo (depresión), que lo presentan el 57% del colectivo, y los trastornos de ansiedad, que lo presentan casi el 54%. (Lever y Geuters, 2016). Muchos de estos trastornos comienzan a manifestarse en la adolescencia y se presentan con mayor intensidad al llegar a la vida adulta. En muchas ocasiones pueden ser fruto de la interacción entre las propias características que definen los TEA y un entorno no adaptado a sus necesidades. Esta interacción hace que la persona se vea expuesta a situaciones difíciles de afrontar, desarrollando estrategias poco adaptativas para responder a las mismas, lo que incrementa su vulnerabilidad y el riesgo de presentar un trastorno comórbido.