A Andrew, de 14 años, le apasionan los perros carlinos. Su hermana decidió acudir a facebook para hacer que este cumple fuera inolvidable
Andrew es un niño de 14 años con autismo y lo que más le gusta en el mundo son los perros de la raza carlino. Tal es su obsesión por los perros carlinos que tiene camisetas, mochilas, llaveros y una cartera con la efigie de estos perros.
El problema es que la familia de Andrew siempre ha vivido en casas donde los perros no se permitían, así que nunca ha podido tener uno propio.
Hace unos días, al acercarse el 14 cumpleaños de Andrew su hermana McKenna quiso darle la sorpresa de su vida. A través de su página de facebook hizo un llamamiento a los dueños de esta raza de perro de su ciudad para que asistieran al cumple de su hermano y así poder darle la sorpresa de su vida.
Cuando Andrew llegó a su fiesta de cumpleaños en un parque, estaban esperándole 15 carlinos para darle una sorpresa
Los amigos de McKenna empezaron a compartir el post con la esperanza de que algún dueño de carlino respondiera, pero hasta varios días después no se produjo la sorpresa: Una asociación que se dedica
al rescate de perros carlinos abandonados se enteró del llamamiento y en pocas horas, más de 50 personas se comprometieron a acudir con sus carlinos.
«Me quedé sin palabras«, confesó McKenna a la prensa «Estaba en mi mesa, trabajando y empecé a llorar de la emoción porque me quedé sorprendida, agradecida y admirada de la cantidad de gente de todo el mundo que me escribió, además de para acudir personalmente, para conocer nuestra dirección postal y así enviarnos tarjetas de cumpleaños y desearle felicidades a mi hermano»
El gran día, cuando Andrew llegó a su fiesta de cumpleaños en un parque, estaban esperándole 15 carlinos para darle una sorpresa. Pero no fueron los únicos, durante el tiempo que duró el evento más de 80 perros de todos los tamaños y edades, pero de una sola raza (carlinos) se acercaron a compartir su cariño con Andrew. Sorprendido, él solo acertaba a preguntar «¿eso es un carlino?, ¿y ese?» porque no se lo podía creer.
«Todo el mundo estaba llorando«, explica su hermana. Andrew pasó el resto del día rodeado de carlinos, jugando y acariciándolos. Y por supuesto, Andrew ha decidido qué quiere hacer todos los años por su cumple…