Las políticas públicas de discapacidad serán un fracaso y hasta una estafa si no tienden a generar entornos inclusivos que permitan el ejercicio regular de los derechos, la vida independiente y la participación comunitaria de las personas con discapacidad.
Texto: CERMI
De este modo se ha expresado el presidente del Comité Español de Representantes de Discapacidad (CERMI), Luis Cayo Pérez Bueno, en el acto solemne de clausura de los cursos máster y experto de discapacidad y atención a la dependencia de la Universidad de Granada.
Ante el alumnado que recibía sus títulos universitarios especializados en discapacidad, el responsable del CERMI ha expuesto la necesidad, incluso jurídica, de que todas las políticas, estrategias y programas de discapacidad se replanteen en clave de inclusión en la comunidad, ya que lo que no genere este resultado, queda inmediatamente desacreditado desde una perspectiva de derechos humanos.
Las personas con discapacidad, ha recordado Pérez Bueno, reclaman inclusión, porque históricamente han estado en los márgenes sociales, colocados forzosamente en la periferia de los apartados de la corriente general de la vida en sociedad.
Para el presidente del CERMI, La inclusión, que será el resultado de un proceso aún largo y oneroso, por las resistencias que encuentra, parte de premisas insoslayables como son las dignidad inherente a toda persona con discapacidad, como miembro valioso de la familia humana, la libertad de elección, la garantía de apoyos que resitúen en posiciones de igualdad efectiva y la vida independiente con arreglo a un proyecto de vida soberanamente decidido que permita el pleno desarrollo humano y el compromiso constructivo con la comunidad de pertenencia.