Os ofrecemos el relato ganador en la Modalidad A de la segunda edición del Concurso «Cuéntame el autismo». Premio del Jurado
Nos rodean decenas de globos azules y en cada globo imagino una sonrisa de agradecimiento ; sonrisas como las de ISA, sonrisa dulce y acompañada siempre de uno de sus abrazos. Sonrisa cantarina y alegre como la de ELENA con un toque del “baile de la cucharita, el tenedor, salero, azucarero…”con el que sabe que me hace reír “.
Conocer de cerca el mundo del autismo me ha transformado y me ha dado un visión diferente; mi mundo se convierte en su mundo y su mundo en mi mundo y ESE MUNDO ES DE COLOR AZUL AUTISMO.
De pronto siento que les pertenezco y que debo estar siempre ahí. He conocido el valor de “darse”, “esperando” la mejor de las recompensas: Una de sus sonrisas, un abrazo, una mirada, un querer estar contigo, a tú lado, compartiendo, sus manitas buscando la tuya…
Y son tantos los momentos felices vividos con “mis niños azules” que deseo compartirlos con todos vosotros. Éste es un relato positivo, optimista, en el que se ven sus fortalezas, sus virtudes…LA BELLEZA DE SUS ALMAS DE COLOR AZUL BRILLANTE.
MARINA está siempre feliz, es tan alegre y optimista que nos contagia. No hay cosa que se le resista; todo para ella está bien, siempre quiere participar y que sus compañeros del Taller de Juegos participen también. Es como la mamá pitufa de todos ellos…. Y Marina tiene autismo PERO tiene, sobre todo, entusiasmo por todo lo que le rodea.
Ángel se pinta la cara y de paso se la pinta a Inma, a Sandra, o a mí … Y también a varios globos , que vuelan por la sala; pinta caritas sonrientes porque Ángel es un niño muy dulce. Y Ángel tiene autismo y además es dulce, tierno, juguetón y una personita muy sociable.
Natalia mira a la cámara de fotos como una autentica estrella de cine; hoy su mami y su yayo me han enseñado las fotos vestida de Valenciana ¡con los rodetes, peinetas y pinchos! … Natalia sabe que hablamos de ella y de lo guapísima que está. Y Natalia tiene autismo, además de una capacidad especial para abrazar a todo el mundo, posar ante una cámara con su bonita mirada azul y ser “la fallereta mes bonica de Valencia”.
Bea nos dirige, ha aprendido el orden de las actividades y se ha convertido en “la directora de escena”; ¡Bea!, ¿qué hacemos ahora?_ le pregunto. Y ella me mira ( siiii, me mira) y dice – Ahora “ juego de las sillas”. Y todos a jugar…. Y Bea no se equivoca; toca jugar al juego de las sillas. Y Bea tiene autismo y es la organizadora de los talleres de juegos para sus compañeros y nuestra ayudante más valiosa.
Carlos me muestra su mirada de ilusión cuando siente que le comprendo, que estoy ahí y que sus logros son maravillosos para mí. Carlos se entusiasma y me entusiasma… Y Carlos tiene autismo pero sobre todo tiene una gran fuerza de voluntad y amor propio.
El mundo del que os hablo en este relato, ese mundo azul brillante, es de estos peques y otros muchos como ellos pero con características que los hacen únicos. También es de todas aquellas personas que nos hemos enamorado de la bondad, del cariño que se demuestra con una mirada de reojo, saltitos incansables, el roce de una manita, o una media sonrisa.
Un mundo al que sólo algunas personas hemos tenido la suerte de acceder … Un mundo tan contagioso y fascinante que, sin duda, irá expandiéndose a muchos más corazones.
La sonrisa de Isa, la dulce voz de Elena, la mirada de Ángel ,la energía positiva de Marina, los abrazos de Natalia, la claridad de ideas de Bea y la alegría de Carlos cuando siente que conecto con lo que siente y lo que piensa… Mi corazón es YA, de color azul brillante.
Ángeles Broch
Anche para mis niños azules…