Fuente: Diario Europa Sur.es
La Comisión de Peticiones del Parlamento europeo ha abierto una investigación preliminar sobre la supresión, por parte de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, de las ayudas a padres de niños con diversidad funcional, muchos de ellos con autismo, que acuden a los Centros de Atención Infantil Temprana (CAIT) en esta Comunidad Autónoma.
La atención temprana que requiere un niño con necesidades especiales puede costarle a sus progenitores alrededor de 1.300 euros al semestre, un gasto que debe cubrir, por ley, el Sistema Público de Salud.
Lo habitual en Andalucía, hasta el año pasado, era que los padres pagasen las sesiones de psicología y logopedia -dos a la semana, de 40 minutos cada una- al centro en el que las recibían. Luego recuperaban ese dinero tras presentar una reclamación de reintegro de gastos a la Consejería de Salud. Sin embargo, a principios de 2012, la Delegación Provincial de Cádiz comenzó a denegar las solicitudes, alegando que los centros ya cobraban una subvención para programas de intervención temprana a menores con trastorno en el desarrollo o riesgo de padecerlos.
Por su parte, los responsables de los centros, informaron a los padres de este cambio de criterio de la Administración andaluza, aunque aseguran que las subvenciones no cubren más que un tercio del total del coste de la asistencia.
En la queja/reclamación presentada por dos padres de niños con necesidades especiales a la Cámara comunitaria recuerdan que el tratamiento rehabilitador que reciben sus hijos es «vital» y alegan que, «ante la imposibilidad de poder ser este atendidos en el ámbito asistencial del Sistema Andaluz de Salud (SAS), por recomendación del SAS, hubo que recurrir a los centros concertables CAIT, Autismo Cádiz, de Puerto Real, y Afanas, de San Fernando.
Los padres argumentan al Parlamento europeo que llevan un retraso de «un año y medio» en el cobro de esos reintegros de gastos» y que «hay muchos casos de familias que han tenido que abandonar dicho tratamiento por falta de liquidez y que nadie ha sido capaz de evitar dicha aberración, ya que se trata de menores con diversidad funcional».
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