vía: El sonido de a hierba al crecer

Desde que Erik ha comenzado el cole, echo con frecuencia la vista atrás. Es el orgullo de madre por ver todo lo que ha logrado mi pequeño, cómo avanza día a día y alcanza metas impensables hace unos años. Erik está en un cole ordinario, con los apoyos que necesita y con material individualizado. ¡Qué contento se puso al ver sus primeros deberes de mate!: multiplicaciones y sumas complicadas, mientras los otros peques andan con los números del uno al diez.

En general todo está discurriendo muy bien, con pequeños problemas conductuales sobre todo porque anda un poquito protestón. Son las consecuencias de las vacaciones y el cambio al cole. Ya he preparado unas cuantas historias sociales y materiales, que traduciré pronto al español. Y en esta semana ha mejorado este aspecto muchísimo.

No me enrollo más con el tema cole por ahora, jeje, y retomo el tema de esta entrada: el corte de pelo.

La primera vez que logramos cortarle el pelo a Erik fue en la primavera de 2006: tenía unos 20 meses y hasta entonces había sido un melenas lleno de rizos. A veces yo misma le había cortado algún mechón rebelde, con todos los trasquilones que os podáis imaginar.

¿Cómo logramos el primer corte de pelo?

  • Preparamos un sitio en la cocina de casa, donde Erik normalmente se sentía cómodo.
  • Sobre la mesa de la cocina coloqué juguetes que le gustaban, así como chocolatitos en trozos pequeños que usaríamos de recompensa.
  • A casa vino una amiga peluquera, que Erik ya conocía.
  • Antes de comenzar el corte, mi amiga le mostró y le dejó coger el peine y las tijeras (no usamos máquina , pues el ruido le molestaba).
  • Nada de secador. El ruido del secador le molestaba muchísimo por entonces, hoy en día desde hace años ya no.
  • Rapidez para que el momento pasara pronto.
  • Previo a esta situación había jugado con Erik y una muñeca con la acción “cortar el pelo”.
  • Con antelación repetir mensajes del tipo “cortar el pelo no duele”, “mira cómo no duele –te cortas tú un mechoncito-“, “el pelo vuelve a crecer”. Por entonces no tenía pictos, ahora sí, y los colgaré al final de esta entrada.
  • Y lo logramos.

En la peluquería:

Meses más tarde logramos también llevarle a la peluquería. Es una pequeñita cerca de casa, y la peluquera tiene un hijo con síndrome de Asperger. Ella estaba motivadísima, fuera de horario dejó que Erik entrara en la pelu, que investigara, que viera los aparatos… y que aprendiera a manipular e botón que apagaba todos los secadores. El día que le cortó el pelo por primera vez también fue fuera de horario, sin clientes, sin ruidos, con juguetes y chocolatitos. Ni le lavó el pelo, ni le pasó máquina ni secador. ¡Sin problemas!

Desde hace más de cuatro años, después de haber trabajado mucho la sensibilidad auditiva (ver Sensorial) y haber superado, entre otros, el miedo al ruido del secador, la peluquería no es ningún problema haya o no gente, haya o no ruidos.

Información y trucos útiles

Marina Gotelli, en su página Desafiando al Autismo, ha publicado una información sobre el corte de pelo que me parece muy buena, y reproduzco a continuación:

Cortarse el pelo para con un niño con autismo es extremadamente difícil. Los niños con autismo a menudo tienen miedo del corte del pelo porque:

  • No se dan cuenta de que pelo vuelve a crecer.
  • Permanecer sentado en una silla es difícil.
  • El espejo los puede distraer o molestar.
  • Alguien está tocándolos en una zona sensible.
  • El ruido de la peluquería -los secadores de pelo, tijeras o la gente hablando- les resulta incómodo.
  • Los olores de la peluquería -tintes, blanqueadores, etc- son olores fuertes que pueden hacer que una persona con autismo se sienta muy mal.

Superando las dificultades para conseguir un corte de pelo:

  • Busque una peluquera que venga a cortar el pelo del niño en el hogar.
  • Use una historia social o libro de fotos sobre cómo es un corte de pelo.
  • Recompense después con un juguete, una actividad elegida o un alimento que le guste.
  • Ofrézcale al niño algo para sostener, jugar o masticar mientras está en la silla.
  • Recompense si se queda bien sentado.
  • Use un reloj de arena para indicar el tiempo que el niño tiene que sentarse por su corte de pelo.
  • Crear una buena relación con una peluquería e ir al mismo lugar para cortarse el pelo siempre que sea posible.
  • Ir en un momento de tranquilidad, fuera de hora.
  • Elegir un peinado fácil -para los niños un corte de pelo corto con una buena máquina a menudo es más rápido y práctico que usar las tijeras.
  • Usar tarjetas de toma de conciencia del autismo que digan: ”Por favor disculpa el comportamiento de mi hijo que él / ella tiene autismo” puede ser una solución rápida en una situación en la que su hijo se porta mal y los miembros del público tienen un problema con su comportamiento.

También ella preparó una historia social que podéis descargar en el siguiente enlace

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