Con estas palabras innaguró la IV Jornada Autismo Madrid Sur la Presidenta de la Federación Autismo Madrid, María Dolores Enrique Miranda.
Comenzó agradeciendo el apoyo, una vez más, del Ayuntamiento de Alcorcón dando muestra de su elevada sensibilidad y su sincera preocupación por el bienestar de las personas con autismo y de sus familias, agradeciendo también el interés de los representantes de la Consejería de Asuntos Sociales y de los distintos servicios de la Consejería de Educación, a los Diputados de la Asamblea de Madrid de la Comisión de Políticas de la Discapacidad, a los representantes políticos de la corporación municipal de Alcorcón, a todos los ponentes de la Jornada, a todos los representantes del movimiento asociativo de la discapacidad en la Comunidad de Madrid, a los profesionales, estudiantes, familiares y demás participantes en el evento.
Aquí tenéis la ponencia completa del Discurso innagural y el vídeo:
María Dolores expuso el objetivo de la Federación Autismo Madrid de generar un espacio de reflexión en un ámbito tan importante en la vida de los niños y de los adolescentes con autismo como es el de la Educación, campo en el que queda mucho por hacer y avanzar. Para ello es importante poner sobre la mesa los problemas que tienen tanto los centros como las familias en el día a día, contrastar y afianzar nuestras convicciones sobre lo que debe ser la Educación y lo que podemos hacer para conseguirlo.
Además, otro objetivo de la Jornada es profundizar en la realidad de la Educación desde un enfoque de Derechos, teniendo como punto de referencia el hecho de que estamos hablando de un derecho fundamental de la persona, sea cual sea su condición o circunstancia.
El objetivo del Derecho a la Educación es desarrollar al máximo la personalidad, el potencial de cada persona, el sentido de la dignidad y la autoestima, el talento y la creatividad, las aptitudes, y hacer posible la participación de todos en una sociedad libre
La Presidenta puntualizó que la Educación debe ser inclusiva y que en los últimos años se ha desarrollado el marco teórico y jurídico y que aparece contemplada en las leyes, desde la Convención de Naciones Unidas a la recientemente aprobada LOMCE (Ley orgánica de Mejora de la Calidad Educativa). Pero la realidad está condicionada no sólo por las leyes que se aprueben o los convenios que se ratifiquen, sino fundamentalmente por los recursos que se apliquen a su realización. Por ello es muy importante que se lleve a cabo el desarrollo normativo de estas leyes de forma que se concreten las disposiciones generales en medidas y servicios que permitan hablar de una verdadera escuela inclusiva.
Destacó la necesidad de que haya inversión e innovación, la necesidade de contar con la autonomía de los centros, de los profesionales y de la comunidad educativa, y establecer normas organizativas que favorezcan esta educación inclusiva.
El profesorado debe estar formado y comprometido con los valores de la inclusión, además de existir una plantilla suficiente y estable, para poder garantizar una educación de calidad. Finalmente, hay que establecer la inclusión en todas las etapas, no sólo en la primaria, y evitar el abandono de los estudios.
También mencionó que, junto a la igualdad de oportunidades, está la igualdad de trato, que tiene mucho que ver con el acceso a los servicios.
En definitiva, María Dolores concluyó que contamos con leyes que han dado pasos significativos, pero para traducirse en un efectivo Derecho a la Educación, y no únicamente en la garantía de una escolarización, habrá que dar contenido concreto a esos conceptos más imprecisos sobre los que pivotan los derechos de los alumnos con discapacidad, como son los “ajustes razonables” que deben hacerse, los “apoyos específicos” que cada alumno requiere o el “diseño universal” sobre el que debe reposar todo el sistema.