Agilent Technologies y la Fundación Adecco han presentado el informe Tecnología y Discapacidad, un análisis que basa sus resultados en una encuesta realizada a 500 personas entre 23 y 59 años, con diferentes tipos de discapacidades.
Fuente: Compromiso Empresarial
El informe arroja una importante dicotomía. Por una parte, las nuevas tecnologías se han convertido en aliadas imprescindibles en la mejora de la calidad de vida y en el acceso al empleo de las personas con discapacidad, gracias a las tecnologías adaptadas, pero no puede obviarse que aún se encuentran con obstáculos y dificultades en el uso y manejo de las tecnologías tradicionales.
Durante los últimos años se ha producido un importante avance en la contratación de personas con discapacidad, registrándose en 2013 un máximo histórico, con 69.648 contratos.
En este incremento son muchos los factores que han influido: un cambio de mentalidad por parte de las empresas propiciado por una legislación cada vez más eficiente, pero también la irrupción de numerosas soluciones y adaptaciones tecnológicas que permiten que las personas con discapacidad desempeñen su puesto con normalidad y en igualdad de condiciones:
– Para personas con discapacidad física: mesas regulables en altura, teclados con cobertores o teclas de gran tamaño, ratones virtuales o ergonómicos, etc.
– Para personas con discapacidad visual: pantallas de gran formato, lectores de pantalla para invidentes, impresoras de braille, magnificadores de pantalla, lupas aumentativas…
– Para personas con discapacidad auditiva: intérpretes de lengua de signos, emisoras de frecuencia modulada o prótesis auditivas.
Del total de encuestados con empleo, más de la mitad (52%) asegura que trabaja gracias a estas adaptaciones, que utiliza día a día en su puesto de trabajo, en la mayoría de los casos combinadas con tecnologías informáticas convencionales. Por el contrario, existe un 48% que no utiliza este tipo de tecnologías en su entorno laboral, aunque en algunos casos sí tecnologías convencionales.
Son las personas con discapacidad sensorial las que más emplean las tecnologías adaptadas en su puesto de trabajo (72%), seguidas de lejos de las personas con discapacidad física (50%) y las personas con discapacidad intelectual (10%).