- Hoy día 1 de octubre se celebra el Día Internacional de las Personas de Edad, una fecha para visibilizar sus derechos, necesidades y contribuir a que todas las personas puedan envejecer con dignidad.
- En el caso de las personas con autismo, esta etapa plantea desafíos específicos que requieren atención especializada y recursos adaptados.
Desde la Federación Autismo Madrid trabajamos para garantizar que el derecho a un envejecimiento activo y satisfactorio se cumpla para todas las personas, independientemente de sus necesidades. Por ello, hoy queremos visibilizar esta realidad con el testimonio de Benito Junoy, padre de Virginia, una mujer con autismo que participa en los servicios de la Asociación Nuevo Horizonte. También contamos con la voz de la experiencia de Marta Villar, trabajadora social en CEPRI.
Marta Villar, trabajadora social en los Servicios de Centro de Día y Residencia CEPRI, señala que uno de los grandes desafíos en este ámbito es avanzar en estudios sobre el envejecimiento de las personas con autismo “para que podamos adaptar los centros a sus preferencias y necesidades, prevenir posibles problemas de salud física y mental y trabajar en políticas sociales que doten a las residencias de los recursos adecuados”.
El papel de las redes familiares y comunitarias
La experiencia de las familias resulta clave para entender qué apoyos son imprescindibles en este proceso.
Benito Junoy, padre de Virginia Junoy Pedrayes—una mujer con autismo de 57 años— explica que lo fundamental es que su hija pueda participar en actividades que beneficien su bienestar físico y emocional: desde hidroterapia, fisioterapia o paseos, hasta talleres ocupacionales, salas sensoriales, musicoterapia y espacios para la convivencia y el ocio compartido.
Para él, los Hogares de la Asociación Nuevo Horizonte son un pilar fundamental: «Virginia los siente siempre como su propia casa, debe seguir siendo un entorno donde pueda estar feliz, descansar con confort y disfrutar de rutinas que le aporten seguridad», subraya.
El control médico y sanitario es otro pilar esencial. Benito añade un mensaje dirigido a la sociedad y a los profesionales: «Cuando están frente a una persona con diagnóstico de TEA tienen que entender sus ‘rarezas’ […]. Multiplicar la paciencia necesaria no solo es una obligación, también genera una satisfacción mutua».
Marta señala que “una necesidad creciente, cuando las personas y las familias envejecen, es la planificación por adelantado, facilitar una buena vejez. En este sentido, es esencial la colaboración con las familias y el trabajo comunitario».
Los retos del envejecimiento en el autismo
El futuro, sin embargo, genera inquietud en las familias. Benito lo expresa con claridad: «Lo que más me preocupa del envejecer de Virginia es que quienes nos sucedan —familiares, tutores, profesionales, autoridades— no sean capaces de facilitarles lo que realmente necesita. Y, en lo personal, me angustia una posible degeneración de su motricidad o de sus recuerdos familiares y musicales».
Aun así, encuentra motivos de tranquilidad: «Desde hace muchos años estamos inmersos en un proyecto real, iniciado en 1980 con la Asociación Nuevo Horizonte, que nos ha permitido prever y entregar cuerpo y alma a este camino. Muchos padres ya se fueron, pero lo hicieron con la certeza de que sus hijos estaban en las mejores manos y circunstancias posibles», concluye.
Para Marta, esta preocupación pone de relieve un elemento esencial: la calidad y estabilidad de los equipos profesionales en las entidades específicas de autismo. Contar con equipos formados específicamente en autismo, con buenas condiciones laborales y planes de desarrollo, no solo mejora la atención individualizada de las personas autistas en la etapa de envejecimiento, sino que también garantiza la continuidad y sostenibilidad de los servicios. Una plantilla estable y preparada es la base para que proyectos como los de Nuevo Horizonte o CEPRI puedan acompañar a sus residentes a lo largo de toda la vida, con seguridad, bienestar y calidad.
Un llamado a la acción
Los recursos especializados para personas con autismo y un alto grado de dependencia que viven en residencias siguen siendo una necesidad urgente y todavía no cubierta. “No hablamos solo de plazas suficientes, sino de centros adaptados, con profesionales formados y medios que permitan una atención individualizada y digna. Contar con recursos específicos no significa segregar, sino garantizar que las personas puedan elegir y envejecer con calidad de vida, en entornos inclusivos y respetuosos de sus derechos”, concluye Marta.
Celebrar el Día de las Personas de Edad es también un recordatorio de que todas las personas merecen envejecer con dignidad, apoyo y recursos adecuados a sus necesidades. El trabajo conjunto de personas autistas, familias, profesionales, entidades y Administraciones Públicas es la clave para hacerlo posible.
La Comisión Técnica de Trabajo y Estudio de Vida Adulta, Empleo y Envejecimiento de la Federación Autismo Madrid elaboró en 2022 la Guía de Envejecimiento, que ofrece orientaciones clave sobre los desafíos y apoyos necesarios para las personas con TEA en esta etapa de la vida. Si quieres consultar más información, puedes leer la guía al completo pinchando aquí.
Compartimos el vídeo titulado «Vida adulta y envejecimiento en el autismo», protagonizado por personas con autismo y realizado en colaboración de las entidades federadas Nuevo Horizonte, CEPRI y Asociación APNA.