Si hoy en día es complicado encontrar un empleo como trabajador cualificado, imaginad si además existe un trastorno del espectro del autismo. ¿Misión imposible?
Este logro permitirá a los beneficiarios trabajar realizando tareas de montaje de tapas para cajas de marisco. Su misión, además, no se limitará a las labores de taller, sino que ellos mismos recogerán el material necesario en el puerto pesquero de Vigo para realizar el proceso completo hasta elaborar el producto final y entregarlo.
La relación entre la empresa y sus nuevos empleados durará al menos un año y ‘es ampliable’, tal y como revela Antía Fernández, agente de empleo de la Federación Galega de Autismo y de la Fundación Menela.
Fernández destaca que esta iniciativa redunda de manera ‘muy positiva’ en sus beneficiarios, que reciben una ‘oportunidad’ para ‘hacer visibles las capacidades’ de las personas con autismo. Entre esas aptitudes, desconocidas por muchos, se encuentran el alto nivel de concentración, la meticulosidad o la atención al detalle, entre otras.
Lo más importante no es sólo su integración o visibilidad de cara a la sociedad, sino que ‘están disfrutando con lo que hacen’, según atestigua Fernández. Además, a medida que avancen los meses, si las distintas partes lo consideran, la iniciativa se podrá extender a otros miembros del centro.
Noticia publicada en ATLÁNTICO Edición digital (Galicia)