¡No quiero comida nueva, ya me gusta el puré! (Buenas Prácticas)
Hola me llamo Pedro, tengo 5 años y soy autista. Mi mamá es psicóloga, “cura la tristeza de las personas”, pero su mayor trabajo, amor y esfuerzo lo ha depositado en mí y eso me hace ser cada día más grande. Ella muchas veces no me entiende, pero poco a poco lo está consiguiendo y siempre lo hace con una sonrisa. Me encanta comer chuches y chorizo, claro que me gusta desde hace muy poco. Cada vez tengo más lenguaje y puedo comprender mejor toda su lucha diaria con la comida. A mi me gustaban mucho los purés, yogures y petit, nada más. Ella lo ha intentado todo y al final lo ha conseguido.
Al año y medio llegó uno de los momentos más tristes para ella, tenía que comer trozos, a mi me daban mucho asco y miedo. Lo primero que hizo fue comprarme unos platos de Mickey Mouse porque pensaba que me podía engañar y que me iba a distraer de las patatas con carne. Yo sólo quería gritar y de hecho lo hacía, intentaba escapar de esa situación. No podía soportar ese trozo de carne mezclado con patatas. Ella lo intentó batiéndolo solo un poco, pero no se daba cuenta de que todavía había cachos!!!. Yo cada vez me enfadaba más y ella a veces también. Yo creo que algo pasó por su cabeza y desde entonces, no se ha vuelto a enfadar ni a ponerse triste.
Mi mamá se dio cuenta de que si se enfadaba o lloraba hacía que me enfadara cada vez más y que pasar mucho tiempo con el plato encima de la mesa no iba a conseguir su objetivo, pero nunca ha abandonado. Mi mamá y yo somos como Patricio y Bob Esponja, inseparables. Todas las noches, sin excepción me ponía un puré y algo sólido. Unas veces patatas fritas, otras veces filetes de pollo, pizza. Yo gritaba sólo con ver el plato, pero ella me explicaba que no tenía que comérmelo si no quería, pero que se iba a quedar encima de la mesa. Me acostumbré a ver el plato. Mi mamá me daba el puré, un día fue con trozos de pan y esperaba a ver si comía algo del otro plato. Ella siempre me lo ofrecía y mientras, me ponía los dibujos que me gustaban o el cuento que me lee todas las noches o el camión que me gusta estrellar una y otra vez… Siempre sabía qué ofrecerme para estar entretenido y lo iba cambiando.
Todos mis muñecos se comían mi plato con trozos y me decía que les encantaba, sobre todo a osito, con el que me acuesto cada noche. Ella ha intentado que comiéramos sentados en la mesa, pero también ha habido algún momento en que fue necesario explorar otros sitios para que yo comiera y así fue más fácil para ella y para mí.
Un día se dio cuenta de que a veces me apetecía coger algo del plato que tenía los cachos, a veces era por el color, me gustan los colores fuertes, y otras veces por la forma. He tenido mucho miedo, muchísimo, pero ella me lo ha quitado, me ha dado tiempo y ha esperado con paciencia que llegase el día. Una vez que me engañó y me metió una patata en la boca, yo estaba viendo los dibujos y noté que estaba rico, pero no me lo quise tragar. Mi mamá supo ver en esa situación una forma de avanzar, así que todas las noches me empezó a poner el puré y las patatas fritas, ummm que ricas!!!!, cuantos sabores me he perdido!!!!. Ella siguió haciendo lo mismo, sin descanso y sin presión y un día me puso unos filetes de pollo. ¡Yo ya me estaba haciendo grande, podía comer patatas fritas, yo no quería pollo!. Probé el pollo, pero solo me lo metí en la boca. Mi mamá me dijo que sólo lo tuviera en la boca un rato, pero luego lo escupí y empecé a gritar, pero mi mamá no se enfadó. Me quitó el plato, y me dio un beso.
Ella ha sabido no agobiarme porque lo de los cachos era sólo durante la cena. Ella siempre dice que los cambios tienen que ser seguros y que no hay que pensar a corto plazo. Al día siguiente, de nuevo, apareció el pollo, (así estuvimos un mes), lo probé y creo que también me gustó. Ahora ya podía comer patatas fritas y pollo, que suerte para mi mamá y para mi!! Ya no tenía que llevarme el puré a todos sitios, y podíamos comer en un restaurante todos juntos.
Mi mamá sigue haciendo esto desde que tengo 2 años y ahora ya tengo 5, ahora como pizzas, garbanzos, pollo, filetes de ternera, aunque me siguen dando mucho asco otras cosas uaarrgg!!! , el arroz, las sopas…. Lo puedo comer a mediodía, por la noche, por la mañana. Hemos hecho muchas cosas juntos durante la cena, cosas bonitas, para acercarme a comer otros alimentos. Un día vino Mickey Mouse a darme la cena!!. Ahora se que era mi mamá y que estaba disfrazada.
Cuando comía yogures, ella vio la oportunidad para meterme unas miguitas de galletas. Cuando sólo me gustaba comer algo de una marca, ella supo lavar el envase y meterme dentro lo mismo de otra marca, sin que me diese cuenta. Ella siempre lo hace fenomenal y me gusta mucho estar con ella. Ella nunca se ha resistido, ni una sola noche y jamás ha cedido a mis gritos ni a mis enfados, por eso lo ha conseguido. Mi mamá es la mejor del mundo y me hacer ser cada día más grande y no importa que no la bese o no la abrace, ella lo sabe y nos queremos y amamos de esta forma tan particular.