Marina Prieto, que tiene un hijo y un sobrino con Autismo, nos cuenta su experiencia del tardío diagnostico de su hijo a pesar de contar con el precedente de su sobrino.
A pesar de tener antecedentes en la familia, y de poner en sobreaviso a todos los especialistas a los que visitaron, fue a los 22 meses de empezar con estas visitas cuando diagnosticaron a su hijo, este diagnóstico fue además realizado en una consulta privada con el coste económico que esto supone.
Marina nos cuenta como fue el arduo camino que recorrió hasta que su hijo fue diagnosticado y la necesidad de establecer un protocolo para evitar estos tiempos de espera. Podéis escuchar su experencia, con la que suponemos que muchos de vosotros os sentís identificados.