Fuente: Diariodecadiz.es
La atención temprana que requiere un niño con un trastorno del espectro autista, puede costarle a sus padres en torno a 1.300 euros al semestre, un gasto que debe cubrir, por ley, el Sistema Público de Salud. Lo habitual hasta hace poco era que los padres pagasen las sesiones de psicología y logopedia y que, luego, recuperasen ese dinero, tras una reclamación de reintegro de gastos a la Consejería de Salud. Sin embargo, desde hace unos meses, la Delegación Provincial de Cádiz está denegando esas solicitudes. Alegan que los centros ya cobran una subvención para la realización de programas de intervención temprana a menores con trastorno en el desarrollo o riesgo de padecerlos. Así consta en la documentación a la que ha tenido acceso este periódico. Sin embargo según dicen los centros, las subvenciones no llegan a cubrir apenas un tercio del total del coste de la asistencia.
Ante esta situación, un grupo de padres de niños con necesidades especiales que reciben atención temprana presentaron recientemente un escrito de queja ante la Delegación Provincial. Temen que se suprima definitivamente el reintegro de gastos del tratamiento rehabilitador de sus hijos. Los afectados advierten que podría «implicar un daño permanente e irreversible en el paciente (…) situación asimilable, según sentencias del Tribunal Supremo, a procesos que entrañen riesgo vital».
Fuentes de la Delegación Provincial de Salud confirmaron a este periódico que se están denegando los reintegros de gastos a los padres de los pacientes, pero que, de ninguna manera, están quedando sin cobertura. Explican que la normativa ha cambiado y que, en vez de devolver el dinero adelantado por los padres, en función de un listado de pacientes enviado antes de marzo, ahora se subvenciona al centro por número de plazas, de manera que se pueden incorporar niños en cualquier momento del año. «El cambio es beneficioso porque ningun menor se quedará sin prestación por motivos de plazo y porque se ha aumentado en un año el pago de las subvenciones», añaden las mismas fuentes, que insisten en que la prestación «es la misma».
No coincide en esto último Salvador Repeto, director del centro de Autismo Cádiz. «El problema es que las subvenciones solo llegan a cubrir el 30% de lo que cuesta la asistencia», explica. Según las estimaciones de la asociaciación, el coste de la atención temprana, por niño, asciende a unos 80 euros. Atienden a unos 45 y el año pasado sólo percibieron 38.000 euros. «Estamos ante un proceso de reorganización de la atención temprana, pero la Administración no dice qué tipo de atención, ni cuánta, ni qué clase de profesionales debe ofrecerla. Además, el reparto, al ser por plaza, no tiene en cuenta las necesidades específicas de cada niño. Hay familias que están teniendo problemas», lamenta. Autismo Cádiz calcula que el coste real por plaza asciende a unos 300 euros.