«… El autismo viene con unos padres que no se rinden». Así comienza un interesante artículo publicado en ‘La mente es maravillosa’ que rescatamos para hoy en nuestra Web.
Fuente: lamenteesmaravillosa.com
El autismo no viene con manual. Viene con unos padres que no se rinden, que ven cómo mientras otros papás llevan a sus niños a fútbol o a ballet ellos los llevan a terapia. Son mamás que se pasan horas investigando para saber qué necesitan sus hijos, son familias que luchan cada día contra la invisibilidad y por la felicidad de quienes más quieren.
Ningún niño con autismo es igual a otro. Sin embargo, la sociedad los etiqueta confundiendo términos, usando estereotipos sin comprender que debajo de cada diagnóstico hay una persona única y excepcional. Alguien con unas necesidades particulares y con una familia detrás que batalla cada día, no solo por su integración sino por su inclusión.
Un dato a tener en cuenta es que los casos de autismo están aumentando en los últimos años. Según diversos estudios de “La Sociedad Americana de Autismo“ 1 de cada 150 niños recién nacidos serán diagnosticados con TEA (trastorno de espectro autista).
El porqué de esta realidad no queda del todo clara. Por una parte está la eficacia en el propio diagnóstico y la detección más temprana, pero por otra, se halla ese gran enigma encerrado en la genética y en ese trastorno biológico del que aún no se conoce la causa con exactitud.
No obstante y sea como sea, estamos ante un hecho patente: el autismo es cada vez más común y hay más familias que necesitan nuestro reconocimiento y nuestro apoyo.