Benito Junoy ha hecho muchas cosas en su vida: desde Capitán de la Marina mercante, pasando por técnico de turismo o empresario. Pero, como él siempre dice, lo mejor que ha hecho ha sido crear Nuevo Horizonte. Una Asociación que presta servicios a más de cuarenta personas afectadas por el Autismo y a sus familias. Fue él quien, hace casi cuarenta años, decidió dar un giro en su vida que, sin querer, iba a producir muchos cambios. Un giro que pretendía asegurar el presente y el futuro de su hija, afectada por TEA, allá a finales de los años sesenta, cuando la situación era si cabe mucho más complicada que ahora. Benito, junto a otros padres y madres, consiguió dotarles de un centro escolar que garantizara una educación de calidad para ellos. Pero no sólo eso: el proyecto que allí nació, llamado evocadoramente “Nuevo Horizonte”, pretendía crecer, desarrollarse y avanzar al mismo ritmo que el de su hija y sus más de cuarenta compañeros.
Por si esa empresa no era de titanes, Benito ha tenido la energía y el suficiente espíritu de sacrificio y generosidad para desarrollar unos cuantos “tesoros” más. Él fue quien, con la ayuda inapreciable de muchos otros, puso las primeras piedras de la Confederación Autismo España, plataforma a nivel estatal encargada de la defensa de los derechos de las personas con TEA, de garantizar que en este país se llevaban a cabo proyectos de investigación sobre el Autismo, de asegurar subvenciones y ayudas para que las asociaciones de familiares y todas las organizaciones que trabajan en pro del Autismo tengan los recursos mínimos para ofrecer unos servicios de calidad.
También Benito fue una de las piedras angulares que permitieron el nacimiento de la Federación Autismo Madrid, que hoy trabaja con fuerza y empeño renovado para servir como voz y sinergia de todos los que, en Madrid, trabajan en pro de las personas con Autismo y de sus familias.
Sirvan estas pocas líneas y estas imágenes tan entrañables como pequeño homenaje a un gran hombre que ha hecho no una, sino muchas cosas bien hechas para los demás. Que son las cosas que mejor se pueden hacer. Gracias, Benito.
Benito, te mereces esto y mucho más. Me he emocionado más de la cuenta. Te quiero. M LUISA
Benito, eres todo corazón. He visto tu obra, el trabajo por tu hija Virginia, tu lucha, y me diste un ejemplo inmenso de cómo vencer obstáculos y buscar caminos. Te mereces el cariño de quienes te rodean, y la felicidad del trabajo bien hecho. Yo también te quiero.