Otro titular que no querríamos volver a ver y que hoy nos encontramos es «Autismo Político». Un artículo de opinión publicado en el diario «El País», en su edición para Cataluña, que no deja títere con cabeza. Es un ejemplo más del mal uso que acostumbramos a ver del término autismo. Para corregirlo y evitar su uso peyorativo, queremos difundir una ilustración de Santiago Ogazon que pretende contribuir a erradicar los mitos del autismo y su utilización como término descalificativo.
Utilizando los argumentos que el ilustrador de este trabajo, Santiago Ogazon, proclama en el blog «Autismo sin mitos» podemos comprobar cada día que se sigue utilizando el término “autismo” asociado a connotaciones negativas porque se parte de mitos e informaciones falsas como: las personas con autismo no pueden interactuar o comunicarse, las personas con autismo viven en su mundo o las personas con autismo son incapaces de sentir, etc.
Y ello da pie a que periodistas, políticos o líderes de opinión se sumen al uso abusivo del término “autista” para descalificar. Es decir, leemos en los medios de comunicación o escuchamos en boca de políticos «gobierno autista» o «fulanito es autista» cuando quieren expresar que ese gobierno o esa persona no cumple con su trabajo, no escucha, no se entera de la realidad, no muestra empatía con los problemas, es incapaz de ofrecer soluciones o carece de sentimientos.
¿Por qué hace falta recurrir –y herir con ello la dignidad- a un colectivo de personas para atacar y descalificar a otra persona o colectivo?
Entendemos que no hay mala intención, sino desconocimiento o mal uso del diccionario. Convivir con el autismo implica también una importante labor de concienciación en la sociedad: convenceremos siempre desde el respeto. Lo desconocido, además de asustar, alienta la difusión de informaciones falsas. Tenemos que dar a conocer la visión positiva del autismo a la par de fomentar un tratamiento digno para todos los afectados. Un gran trabajo por delante.