Este programa informático, desarrollado en Estados Unidos, permite que las personas con TEA practiquen y mejoren sus habilidades sociales de cara a una entrevista de trabajo.
Fuente: ABC (Sevilla)
Los adultos con autismo suelen tener problemas para hablar de sí mismos e interactuar socialmente, por lo que en muchas ocasiones no causan una buena impresión en las entrevistas de trabajo y tienen bajas tasas de empleo. Ahora un nuevo programa de entrenamiento de simulación, desarrollado por los investigadores de la Universidad Northwestern de Evanston (Estados Unidos), ayuda a estas personas a mejorar sus habilidades en las entrevistas de trabajo y su confianza.
El estudio, publicado en la revista científica estadounidense ‘Autism and developmental disorders’ (‘Autismo y problemas en el desarrollo’), está basado en un programa con un software que se usó en su origen para capacitar a los agentes del FBI y que trabaja sobre el conocimiento de sus habilidades y la repetición de la supuesta entrevista con diferentes prácticas. El sistema ya está disponible para que pueda ser utilizado por cualquier persona que lo necesite.
“Los adultos con este tipo de trastorno tienden a tener dificultades con la comunicación social, lo que puede hacer que no superen sus entrevistas de trabajo”, señaló el principal autor del estudio y profesor de psiquiatría de la Universidad Northwestern, Matthew J. Smith. “Nuestro programa ayudará a esas personas a aprender a expresar su capacidad de trabajo en equipo y que sepan cómo transmitir su interés y entusiasmo sobre el futuro trabajo”, explicó Smith.
Trabajan uno de cada tres
En Estados Unidos la tasa de empleo de las personas con autismo es muy baja. En 2009 solo el 33% de los adultos con autismo tenía un puesto de trabajo y, sin embargo, alrededor de 55.000 personas con autismo cumplen los 18 cada año. “Esperamos que este programa de entrenamiento pueda mejorar las posibilidades de empleo para las personas con TEA”, señaló Smith, quien añadió que hay muchas de estas personas que les encantaría trabajar “pero tienen más problemas que los demás para lograrlo”.
Los investigadores hicieron el experimento con 16 personas de entre 18 y 31 años que recibieron el entrenamiento y otras 10 que no lo hicieron. Los que formaron parte del programa practicaron de 15 a 20 entrevistas de trabajo con este sistema virtual. Un experto en recursos humanos evaluó estas entrevistas sin saber qué sujetos habían formado parte del programa y cuáles no. En la prueba de juego de roles, el grupo entrenado aprobó en un 11% de los casos, en comparación con el 1% de los demás. La confianza en uno mismo también fue mucho mejor en los pacientes que practicaron las entrevistas con este nuevo sistema. Un 22% de aprobados frente a un 7%.
El sistema proporciona a los usuarios la oportunidad de participar en varias entrevistas de trabajo simuladas con un miembro del personal de recursos humanos virtual llamada Molly Porter. Los alumnos adquieren así experiencia al hablar de sus respuestas con la máquina a través del reconocimiento de voz. Las preguntas fueron creadas por un grupo de expertos en formación y psicología. Al final del entrenamiento los pacientes reciben su puntuación y se les informa de si han conseguido el trabajo.