Laura García, Terapeuta Ocupacional del Programa Mejora, ofrece una serie de recomendaciones sobre la menstruación que deben tenerse en cuenta a la hora de enseñar y acompañar a niñas con autismo en etapa preadolescente.
La menstruación forma parte de las actividades cotidianas incluidas en el bloque de aseo e higiene personal. Desde la Terapia Ocupacional, este ámbito se trabaja para que las mujeres con algún tipo de dificultad o con alguna discapacidad puedan participar, colaborar o ser independientes —según sus capacidades— en la gestión de su menstruación.
La menstruación es un hito del desarrollo en el que cualquier niña, tenga o no discapacidad, necesita recibir información previa para estar preparada y comprender qué ocurre en su cuerpo cuando llega ese momento del mes.
En el autismo sucede lo mismo, y es especialmente relevante, porque debemos anticipar y preparar a estas niñas para un proceso que las acompañará durante gran parte de su vida.
Cuando las niñas se acercan a las edades comprendidas entre los 10 y 14 años, es fundamental que tanto la familia como las personas que trabajan con ellas tengan presente la importancia de esta preparación. De este modo, podrán ayudarlas a entender un proceso novedoso que su cuerpo experimentará mes a mes, junto con todos los cambios que implica la menstruación.
La menstruación
La menstruación es un hito del desarrollo que implica cambios corporales, hormonales y emocionales. Para algunas personas con autismo o con discapacidad, estos cambios pueden resultar difíciles de comprender, especialmente porque pueden tener más dificultades para identificar o interpretar lo que ocurre en su cuerpo. Por eso es fundamental prepararles previamente.
Dependiendo de cada caso, se pueden utilizar diferentes materiales de apoyo, como historias sociales, actividades con apoyos visuales, imágenes, esquemas, vídeos o muñecos.
Cualquiera que sea el material elegido debe explicar qué es la menstruación, cuáles son los cambios físicos y emocionales que pueden aparecer, qué dolores o molestias son habituales y cómo actuar durante los días en que se presenta la menstruación.
Recomendaciones
A continuación se presentan una serie de recomendaciones para tener en cuenta al enseñar y acompañar a niñas preadolescentes en el proceso de comprender la menstruación.
En primer lugar, las personas adultas que asuman este proceso educativo deben contar con paciencia y tiempo. Es importante empezar a educar previamente, incluso antes de que aparezca la menstruación, ya que se trata de un tema significativo que requiere tiempo para asimilarlo y, cuando sea posible, practicarlo (por ejemplo, aprender a colocar una compresa en la ropa interior).
Es fundamental crear materiales ajustados a cada niña (actividades, historias sociales o apoyos visuales). Aunque algunas sepan leer, las imágenes suelen tener un mayor impacto en su comprensión y aprendizaje.
¿Y qué deberíamos enseñar?
- Los cambios corporales que va a experimentar su cuerpo.
- Qué es la menstruación, recalcando que es un proceso natural y normal en las mujeres.
- Cada cuánto ocurre: mes a mes. Es útil enseñarles a anotarlo en un calendario.
- Cómo poner y cambiar los dispositivos como, por ejemplo, la compresa.
*Estos dispositivos serán consensuados entre la familia, profesionales en caso necesario y la niña. Sería recomendable enseñarles a las niñas con autismo los diferentes dispositivos que hay en el mercado, su uso y manejo y que pudiesen decidir si pueden qué dispositivo se adecúa mejor a ella. - Cómo proceder con la limpieza personal previa y post al cambio de dispositivo y la recogida de dichos dispositivos (por ejemplo, como enrollar, guardar y tirar la compresa).
- Qué deben llevar esos días en la mochila: dispositivos de cambio, toallitas, ropa interior y pantalón, si se mancha.
- La importancia de una mayor higiene personal y del cuidado del cuerpo durante la menstruación.
- Anotar en el calendario el inicio de la menstruación para llevar un control.
- Y un aspecto muy importante a enseñar y a educar: los cambios emocionales y físicos previos y durante la menstruación (cambios de humor, dolores, irritabilidad o molestias). Es esencial que sepan que pueden pedir ayuda a un adulto o persona de referencia cuando lo necesiten o no sepan qué les ocurre.
Este último punto debe trabajarse tanto en casa como en el colegio, para que la niña cuente con diferentes apoyos y alternativas, especialmente cuando el dolor o la incomodidad sean intensos.
Alternativas a tener en cuenta: poder tumbarse en un sitio tranquilo y sin mucha luz, tener un cojín o bolsa de calor, escuchar música, tomar algún medicamento prescrito previamente, entre otras. Esto ayudará a la adolescente a conocerse mejor y saber qué aspectos le ayudan a sobrellevar mejor dichas situaciones, a comunicarlo a las personas de referencia y a reducir problemas de conducta que pueden surgir debido al malestar que presentan durante la menstruación.
También será importante poder adaptar la información a cada niña y enfatizar cierta información para cada una de ellas.
Conclusiones
Es recomendable que las personas adultas que acompañamos y trabajamos con niñas no nos dé miedo a tratar este tema, ya que es un proceso natural y un hito del desarrollo.
Por último, es importante adaptar la información al nivel de comprensión de cada niña y enfatizar aquellos aspectos más relevantes según sus necesidades individuales.
Laura García González. Terapeuta Ocupacional del Programa Mejora.