FUENTE: AETAPI.org
El mayor encuentro de profesionales del autismo a nivel nacional celebró su XVIII convocatoria
Del 17 al 19 de noviembre se dieron cita en León algunos de los mejores expertos sobre el autismo, tanto nacionales como internacionales, creándose un foro de aprendizaje mutuo, crecimiento e inspiración para todos los que allí se dieron cita.
Peter Mundy abría el encuentro desgranando el concepto de atención conjunta y rompiendo con ideas sobre la ausencia total de imitación, apego o atención conjunta en el autismo, pero sí destacando que su desarrollo más empobrecido dificulta inevitablemente el desarrollo social y comunicativo.
Le seguía Gina Davies, que impartía también el curso previo al congreso, hablando de atención e interacción en el autismo, enfatizando el papel de las familias y de la responsabilidad, compromiso y respeto para con ellas. Davies aboga por un aprendizaje que se produce si la actividad es motivadora y no de otra manera: “Las actividades que implican risas y diversión motivan y se recuerdan. Tenemos que pasarlo bien” apuntó.
35 Comunicaciones y una nutrida sección de pósteres expusieron lo más novedoso en cuanto a trabajos españoles sobre TEA, poniendo el foco en temas tan relevantes y actuales como las nuevas tecnologías, materiales y nuevas propuestas de intervención, la actividad deportiva, la edad adulta, vida independiente y empleo, la calidad de vida o los perfiles profesionales, sin olvidar la detección y atención temprana y las prácticas inclusivas.
La mañana siguiente empezaba con Javier Tamarit, que abría el viernes pidiendo una reflexión sobre el trabajo de los profesionales y el funcionamiento de las organizaciones dedicadas a los TEA, reclamando una transformación orientada hacia la persona y abandonar los enfoques centrados en los déficits.
La mesa redonda, de la mano de grandes expertos españoles, José Ramón Alonso, Mercedes Belinchón y Berta Salvadó se ocupó la actualidad de los TEA desde el nivel neurobiológico a la práctica en intervención, pasando por los principales hallazgos psicológicos.
El viernes por la tarde se dio paso a distintos talleres y seminarios que daban respuesta a temas de actualidad en el autismo y abordaban temas como los relacionados con las mujeres con TEA, aspectos clínicos como la ansiedad y TOC o los síndromes asociados, un seminario sobre intervención en contextos naturales a cargo de Robin McWilliam y Margarita Cañadas, los todavía desconocidos aspectos sensoriales en el autismo, la práctica en cuanto a materiales educativos o la orientación laboral.
El sábado, Perter Vermeulen expuso cómo lograr la felicidad en las personas con TEA, que pasa, inevitablemente, por tener en cuenta a la persona con TEA, sus preferencias y sus deseos. La siguiente ponente, Liz Pellicano, por su parte dijo que “lo que beneficia al alumnado con TEA en el aula muy probablemente beneficia también a sus compañeros”. posteriormente Rita Jordan destacó el enfoque en la persona con TEA, el respeto hacia ella y la humanidad en las intervenciones que, afirmaba “deben buscar su crecimiento personal y no ser un mero entrenamiento”. Y el último ponente, Ros Blackburn expuso el autismo desde su propia experiencia. Una persona que reconoce sus dificultades y reclama el respeto a las decisiones y naturaleza propia de alguien con TEA.