En el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), se ofrece la definición de autismo en la que describen los patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades, los cuales engloban lo siguiente:
“1. Movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos (p. ej., estereotipias motoras simples, alineación de los juguetes o cambio de lugar de los objetos, ecolalia, frases idiosincrásicas)”
En el anterior artículo se explicaron qué son las estereotipias, y en esta ocasión nos centraremos en explicar: ¿Qué es una ecolalia?
La ecolalia es la repetición de palabras, frases, monólogos o canciones que la persona con TEA ha escuchado anteriormente a otras personas. Ejemplo: una hermana está comiendo con su hermano con TEA y ella le dice “bebe agua” y él repite “bebe agua”.
Las ecolalias pueden ser producidas inmediatamente después de escucharlas (como en el ejemplo anterior) o transcurrido un tiempo, el cual pueden ser segundos, minutos, semanas… Ejemplo: una hermana está comiendo con su hermano con TEA y ella le dice “bebe agua”. A los cinco minutos la abuela se sienta a comer con sus nietos y el hermano con TEA dice “bebe agua”.
Las ecolalias se caracterizan, en primer lugar, por ser una repetición exacta no sólo de las palabras sino también de la entonación y de los gestos, como si se tratase de un “efecto eco”. En algunas ocasiones, las ecolalias puedes tener variaciones o información extra, en estos casos pueden indicar la existencia de ciertas competencias para adquirir mayor capacidad del lenguaje espontáneo.
En segundo lugar, las ecolalias son involuntarias. El procesamiento del lenguaje es diferente por lo que, las personas con TEA que presentan ecolalias, no analizan las palabras individualmente. Esto conlleva un esfuerzo mayor para comprender lo que han escuchado, por eso, puede que no estén entendiendo lo que repiten. Las repeticiones no son intencionadas y no pretenden molestar, interrumpir la conversación o cambiar el rumbo de la misma. Además, como se ha mencionado, si las ecolalias se presentan tiempo después, pueden aparecer fuera de contexto.
Por último, las ecolalias pueden ser funcionales o no funcionales. Se considera que una ecolalia es funcional cuando tienen un propósito comunicativo, es decir, cuando existe interacción con otras personas para preguntar, responder, pedir, etc. Ejemplo: el hermano con TEA dice “bebe agua” parar pedir a su abuela más agua. En este caso, la ecolalia va dirigida a alguien y es utilizada dentro de un contexto. Este tipo de ecolalias suelen trabajarse para potenciar el lenguaje verbal y que sea más ajustado a la conversación y al contexto de la misma. Se consideran no funcionales cuando no van dirigidas a ninguna persona y, por tanto, carecen de intención comunicativa. En este caso, las ecolalias tienen una función auto-estimulatoria o autoreguladora, ya que son placenteras y/o generan calma en la persona.
En conclusión, las ecolalias pueden aparecer en el desarrollo normal del lenguaje de cualquier niño, pero en las personas con TEA es muy frecuente que persistan en el tiempo. Son variables en su momento de aparición y utilidad, por eso, aunque no son dañinas de manera intrínseca para las personas, los profesionales centran su labor en obtener la máxima funcionalidad de las ecolalias cuando sea posible.