Si 2012 fue el del Envejecimiento Activo y algunas de las propuestas y comunicados de la Confederación giraban en torno a este aspecto, el año que recientemente ha comenzado supone un especial reta para el mundo asociativo

.Madrid, 11 de enero de 2013

Cuando las campanadas de rigor anunciaban la llegada de un año nuevo,y, entre brindis y propósitos, hacíamos balance de las cincuenta y dos semanas que quedaron atrás, llegaba, como invitado esperadísimo el 2013, bautizado por diversos organismos como el año de la Participación Ciudadana.

Y a fe que con la actual situación económica y las estadísticas que arrojan desconcertantes datos se antoja que ha de ser así, puesto que asistimos, y así ha quedado constancia a través de varias fuentes, a una serie de recortes que han hecho pensar a muchos en las desmembración del estado de bienestar

.La participación ciudadana se hace mas necesaria que nunca y, aplicando e término a nuestro colectivo, el mundo del autismo-siempre necesitado de ideas nuevas y de emprendimiento- se debe mas que nunca a esa participación.

Participar para la inclusión, para hacernos visibles ante una sociedad que no reconoce en toda su globalidad el concepto TEA, ante las administraciones públicas pertinentes que, tímidamente, se acercan a nosotros. No hay mas que echar un vistazo a las páginas de los periódicos para encontrar que la iniciativa ciudadana ha estado presente en la defensa de los derechos que, en la crisis socioeconómica que atravesamos, se han reformulado en base a otros criterios. La sociedad se organiza, se defiende, se hace visible, no es la deshumanización de las masas a la que aludía en otro contexto, Ortega.

2013 debe servir para que esa participación ciudadana se consolide, para que el Tercer Sector, nutrido en gran parte por esa iniciativa que, reducida a su mínima expresión, se define como personas que ayudan a otras personas, tengan mas voz que nunca. Y el mundo del autismo no puede quedarse al margen. Va a ser éste un año de retos y aventuras, de reveses y victorias, pero es un año nuestro; de las familias que siguen dando lo mejor de sí mismas para procurar un futuro digno a sus hijos e hijas con autismo, para los profesionales que se esfuerzan cada día en el estudio de sus respectivas disciplinas y, sobre todo, para las entidades que aglutinan a ambos sectores y que sirven de interlocutores ante la administración.Planteados los fines, sólo queda un medio: Participar.

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