Un interesante artículo sacado del blog Miguel, Autismo y Lenguaje de Inma Cardona.

Hoy quiero reflexionar sobre la importancia de conocer la visión familiar respecto a la diversidad. Cuando estudié mi carrera y en los diferentes posgrados que he hecho todos relacionados con la Necesidad de Apoyo Educativo, ningún temario incluía la visión de la familia. los contenidos hacían referencia a síntomas, diagnósticos, tratamientos, intervenciones, metodologías, resultados, etc, etc. Pero nunca se hablaba de lo que la familia sentía, esperaba, necesitaba… Sin embargo la familia es una parte muy importante en la vida de la persona con diversidad. Por tanto va a ser pieza fundamental para el desarrollo de la persona, ¿cómo podemos dejarla al margen entonces?

Nadie debe dudar a estas alturas que una parte imprescindible de cualquier profesional, debe ser la capacidad de empatizar, principalmente con su alumno. Esta empatía le va a dar pistas sobre qué cosas le resultan más fáciles de aprender, más interesantes, qué cosas le suponen más dificultad y a veces incluso que tipo de dificultad. Pero esta empatía deberíamos extenderla a la familia.

Si desconocen el proceso que pasa una familia hasta que llega el diagnóstico, no pueden entender muchas situaciones. Ponerse en la situación de una familia abre las mentes, a veces los docentes no pueden ni imaginar los procesos que pasamos, de dónde venimos ni la de patadas que tenemos que dar para abrir camino a nuestros hijos.
En ocasiones encontramos familias que nada más llegar sacan las uñas y eso los profesionales no lo entienden, pero si supieran la de veces que hemos intentado las cosas a las buenas, la de puertas que nos han cerrado en la cara, la de comentarios hirientes que tienes que escuchar, la de negativas sobre tu hijo, la de premoniciones gratuitas que te toca aguantar, etc etc… entenderían que saquemos las uñas.

También me parece muy importante por nuestra parte, saber guardar las uñas cuando hay un buen trabajo, cuando hay una buena implicación, cuando el docente intenta estar a nuestro lado… a veces nos cuesta más, pero es por la historia de vida y las experiencias negativas que llevamos en la espalda.

Hace poco he realizado unas charlas sobre este tema para docentes, basándome un poco en la historia de Miguel intentaba crear esta empatía, explicándoles el proceso diagnóstico, que no suele ser ir al médico y a la primera de cambio te da un informe. Si no que el proceso es mucho más largo y muy doloroso, no solo por la dureza del diagnóstico, si no también por las «cosas» que te vas encontrando por el camino. Precisamente en el autismo es donde más «cosas» te encuentras en el camino, tantos mitos aún en la sociedad, tanta desinformación…. de ahí la importante lucha que las familias llevamos en marcha, contra los mitos del autismo.

También me gusta explicar que siente la familia cuando topa con un buen profesional, cuando se hace un buen trabajo, cuando el docente creyendo en nuestro hijo nos hace bajar el nivel de ansiedad,  esto sólo redunda en beneficio para nuestro hijo. Creer en él no significa prometer ningún resultado, sólo únicamente dar la oportunidad.

Se que cada familia somos de una manera y que unas son más accesibles que otras, más cercanas, más sinceras, más positivas… pero no hemos de olvidar que son parte importante de la vida de nuestro alumno y que una vez nosotros salgamos de su vida, ellas continuarán junto a ellos, serán su guía y su hilo conductor.

Para acabar mi intervención les mostré un pequeño video en donde se ve como intentamos que Miguel tenga una buena vida, con oportunidades de participación y como somos una familia muy feliz.

 

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