Fuente: Aurora Madariaga

La inclusión en la práctica aplicada al ámbito del ocio se apoya en los siguientes  tres ejes (OMS, 2004):

  • El derecho al ocio: basado en la no discriminación y en el derecho a disfrutar y divertirse, demandado desde los colectivos de personas con discapacidad, y apoyado en los beneficios del ocio para todas las personas.
  • Un ocio de calidad: resultan experiencias inclusivas beneficiosas para todos los participantes, potencia el desarrollo de programas de ocio en su contexto natural, y se deben garantizar los apoyos y dedicación necesaria para cada persona.
  • La dimensión social del ocio compartido: posibilita el aprendizaje y asumir el respeto a la diferencia, es enriquecedor vivir experiencias de ocio con personas diferentes, sienta las bases para una sociedad diversa, apoyada en los derechos.

Una oferta de ocio para todos (Madariaga, 2003) implica que:

  • Se construyan modelos de servicios de ocio estructurados de forma que respondan a las necesidades de cada participante,
  • Se enfatice el sentido de comunidad para que todas las personas desarrollen el sentimiento de pertenencia,
  • Se fomenten las relaciones personalizadas  en el ámbito del ocio para crear oportunidades de comunicación y relación,
  • Todas las personas utilicen los mismos equipamientos, servicios y programas de ocio disponibles en su comunidad,
  • Se utilicen todos los recursos de ocio disponibles para todos los ciudadanos,
  • Se proporcione apoyo social en ocio a todas las personas y no sólo a los colectivos con necesidades especiales, y
  • El desarrollo de servicios y programas de ocio que se apoyen en los recursos generados por la comunidad para otras áreas de intervención.

La  inclusión de la persona con discapacidad en actividades de ocio de la oferta comunitaria es posible, para ello es necesario reiterar la idea de la obligación que tienen las instituciones a la hora de crear las condiciones necesarias para que todas las personas participen en las actividades de ocio ofertadas. Los ámbitos del ocio deben ser todos y cada uno de ellos plenamente accesibles.

Es necesario fomentar conciertos y coordinaciones entre las asociaciones del ámbito de la discapacidad y los servicios o equipamientos de ocio comunitarios públicos o privados para desarrollar acciones conjuntas. En ese escenario, la oferta comunitaria se podrá convertir en otra opción más dentro del abanico de posibilidades, y en función de cada persona con discapacidad en concreto y de sus necesidades e intereses optará por  acudir a un equipamiento, servicio, programa, o actividad de ocio, o a otro.

Un grupo idóneo para realizar la inclusión son los Scouts, con una larga trayectoria en el ocio dedicada a niños y jóvenes. Para animar a todas las Entidades que promueven el ocio inclusivo, os invitamos a ver este video adaptado por Esther Cuadrado de la canción de ASDE-Scout España.

 

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