Os dejamos con las preguntas más interesantes de la entrevista  que se le ha realizado al presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI Estatal), Luis Cayo Pérez Bueno publicada en el boletín de la Fundación Carlos Martín.

En este momento de crisis económica y social, y en referencia a las personas con discapacidad (en adelante PCD) ¿estamos ante una evidente pérdida de derechos?

Las PCD, entendido como grupo ciudadano, siempre ha estado mal, con un déficit histórico acumulado: menos derechos, menos igualdad y menos oportunidades. Incluso en los momentos, ya pasados, de euforia económica. Y claro, cuando llegan los momentos de crisis estructural, de crisis económica, esas consecuencias, que afectan a todos los ciudadanos, se sienten con más crudeza en este grupo y ese gran déficit histórico se agrava. Pero siempre hemos estado extramuros del “paraíso económico” y de los derechos ciudadanos.

Las propias entidades sociales que trabajan con el colectivo de PCD se encuentran también en una situación de especial precariedad ¿crees que esto ha sido solo debido al contexto económico actual o dentro del propio proceso asociativo ha habido errores que ahora debamos superar?

Yo distinguiría dos planos. Por un lado el de los cuatro millones de PCD y sus familias, que es el primordial, el preferente y el que debe estar en el horizonte de actuación de todas aquellas personas, organizaciones y estructuras que trabajan por la mejora de sus condiciones de vida e inclusión. Por otro lado, y siempre en un segundo plano, está el de las propias estructuras, el del movimiento asociativo formado por una amplia y numerosísima constelación de organizaciones, generalmente de carácter no lucrativo, que agrupa a una parte de ese universo mucho mayor que es, precisamente, esos cuatro millones de personas con discapacidad y sus familias.

Si nos centramos en el ámbito de las estructuras, de las organizaciones, hay algo que hemos confundido y sí es aquí donde tenemos que hacernos autocrítica. Hemos confundido la parte por el todo, entendiendo como todo a las propias PCD y sus familias. Hemos olvidado que las organizaciones son un instrumento de lucha de estas personas, y no al revés.

Entrevista

¿Como Presidente del CERMI, que entiendes que deben hacer las organizaciones en este momento histórico?

El CERMI es lo que es, es la expresión de la globalización de la discapacidad para la incidencia política, para llegar ahí donde se toman las decisiones y hacer que la discapacidad esté presente y cuente. Sí que es cierto que en los últimos años no hemos dejado de crecer y de tomar relevancia pero no podemos olvidar que representamos situaciones que solo afectan a un 10% de la población y, por ello, no somos el foco central del debate político.

El CERMI no puede decir a sus organizaciones a qué deben dedicarse o cómo tiene ser su nuevo modelo. Lo que sí podemos hacer es estimular el debate y promover una reinvención del mundo asociativo. Si nuestras organizaciones no se plantean los desafíos de motu proprio estos les vendrán dados por las circunstancias y no estarán preparadas; si no toman una actitud proactiva, incluso de beligerancia, de anticipación, se pueden ver arrastradas por la situación económica y social actuales. Y también tenemos una visión esperanzadora: hay futuro, hay otras formas de hacer. Si bien es cierto que debemos cambiar y abandonar muchas de las prácticas que veníamos haciendo, también creemos en un horizonte para hacer cambio, prácticas distintas, más baratas y eficaces que nos conviertan en organizaciones competitivas. Tenemos que llegar a más gente, siendo más eficaces y gastando menos recursos.

Retomando el plano de las PCD y sus familias, y dado el contexto actual ¿crees que el Tercer Sector está reaccionando de forma adecuada para proteger a este colectivo?

Como el resto de sectores, hemos recibido este nuevo contexto con cierta actitud de sopor y de forma inesperada y estamos en un bloqueo ante el que debemos reponernos y reaccionar. El mejor favor que le podemos hacer a las PCD es cambiar la piel y cambiar la carne del movimiento asociativo. No sabemos si triunfaremos ni si lograremos el éxito pero, desde luego, limitarse a gestionar sin más el nuevo contexto económico y no tomar una actitud proactiva, sería eludir nuestro deber para con las PCD y sus familias. Tenemos una profunda necesidad de reinventarnos.

¿Qué medidas específicas se están tomando para proteger en este momento concreto a las PCD?

La primera actuación que estamos llevando a cabo este año, y que es lo principal en nuestra agenda política, es proteger lo conseguido. Es cierto que toda la ciudadanía está sufriendo los recortes, pero nuestro grupo social es especialmente vulnerable, por lo que unas medidas restrictivas para todos, a las PCD y sus familias les afectan más. Sin embargo, es triste que teniendo cuando se nos debe tanto, cuando hay tantos derechos por conquistar, las circunstancias nos lleven a tener que dedicarnos, de forma primera, a proteger lo poco que, no sin mucho esfuerzo, habíamos conseguido.

Por otro lado, y por seguir generando cambio a pesar de que las condiciones no sean las idóneas, por reinventarnos, proponemos una “Agenda Amable” en la vida política. Es decir, fomentar aquellos cambios positivos que se pueden dar en la vida de las PCD que no tengan un impacto económico para el gobierno de turno, que los bloquearía si solo fueran económicos, cambiando modelos, alterando ciertas normas y haciendo más permeables a la discapacidad ciertos sectores.
… Por Arantxa Flores

Para consultar la entrevista completa:                   http://www.fundacioncarlosmartin.com/Newsletter_FCM/1/Secciones/Entrevista.html

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