«Bill Drayton, fundador de Ashoka, acuñó el término Cadenas Híbridas de Valor (HVC) y afirmó: “El momento para la colaboración (entre la empresa tradicional y la empresa social) está maduro, ya que los dos sectores son igualmente innovadores”. Compartimos este artículo publicado el 5 de mayo en la sección ‘Planeta Futuro’ de El País.

Fuente: El País

Quién hubiera pensado que una empresa como SAP iba a tener como objetivo estratégico que un 1% de su plantilla en 2020 (unos 650 empleados) sean personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), o que el éxito y expansión internacional de la empresa Viarco se debería al lanzamiento de lápices para daltónicos.

Hace cinco años, Bill Drayton, fundador de Ashoka, acuñó el término Cadenas Híbridas de Valor (HVC) y afirmó: “El momento para la colaboración (entre la empresa tradicional y la empresa social) está maduro, ya que los dos sectores son igualmente innovadores”. Desde entonces, se han creado múltiples cadenas híbridas de valor; alianzas entre el sector privado y el tercer sector —sobre todo emprendedores sociales—, en las que se generan claros beneficios tanto económicos como sociales, además del desarrollo de capacidades estratégicas o atracción de nuevo talento para ambas partes. Y no solo en países en desarrollo.

Specialisterne es uno de estos casos. Una empresa creada por Thorkil Sonne hace 10 años, brinda a las empresas utilizar las singulares y extraordinarias capacidades de las personas autistas en las pruebas de software o en el tratamiento masivo de documentos. Las personas con Trastorno de Espectro Autista (TEA), son especialmente competitivos en aquellas tareas que precisan atención al detalle, tenacidad, competencias visuales, consistencia, baja tolerancia al error, detección de patrones u honestidad. Specialisterne resume todas esas características, de una forma simplificada, con su lema Pasión por los detalles.

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