Vancouver, Canadá (AFP). Científicos estadounidenses investigan las interacciones entre los genes y el ambiente que pueden llevar al autismo, lo cual ayudará a comprender este complejo síndrome de la infancia, según estudios presentados en un foro internacional en Vancouver.


«El autismo es un trastorno muy complejo causado por muchas variables que involucran a cientos de genes», dijo Scott Selleck, un biólogo molecular de la Universidad de Pensilvania (este de Estados Unidos), en la conferencia anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS).
«El desafío es identificar las variaciones genéticas importantes relacionadas con esta discapacidad intelectual, así como los principales factores ambientales, y cómo se relacionan entre sí para provocar el autismo», continuó Selleck.
«Muchos estudios ya revelaron que las duplicaciones o eliminaciones de grupos de genes pueden estar asociados con un mayor riesgo de este síndrome,» recordó Selleck.
Explicó que de acuerdo con estas investigaciones, las regiones genómicas afectadas por este fenómeno «serían particularmente sensibles a las sustancias químicas presentes en el ambiente».
«Debemos continuar nuestros esfuerzos en esa dirección para determinar si alteran la expresión genética de ciertos sujetos vulnerables en la etapa de desarrollo», dijo, y agregó: «Esta es realmente la gran pregunta».
Otro factor clave es el momento en que esta interacción se produce en el desarrollo del cerebro del niño, destacó el investigador.
Los estudios sobre las células madre neuronales muestran que existen períodos críticos en el desarrollo de estas células cerebrales inmaduras, sobre todo durante su división y cuando se convierten en neuronas o células gliales.
«Es en esos momentos cruciales que el impacto de algunas sustancias químicas podría tener un mayor efecto», enfatizó Selleck.

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