29/12/2011
Fuente: Europa press

El Comité Español de Representantes de las Personas con Discapacidad (Cermi) ha calificado de «duro» el año que acaba para las personas con discapacidad y sus familias como consecuencia de la crisis económica, que si bien afecta a toda la sociedad, sus efectos son «especialmente cruentos» con este colectivo.

Así lo afirma el presidente de esta entidad, Luis Cayo Pérez Bueno, en declaraciones a Europa Press, que advierte de que las personas con discapacidad están «estructuralmente peor que la media» y que, por eso, en una situación como la actual, las consecuencias son más negativas.

«Llegamos tarde a la bonanza económica, y somos los primeros en sufrir las consecuencias de los malos tiempos. Es una ecuación ésta muy curiosa», subraya el máximo dirigente del Cermi, que apunta que, «a pesar de los pesares», como movimiento social, la crisis hace que este colectivo reaccione «con más cohesión y más voluntad transformadora». «Algo tenía que tener de positivo esta situación tan funesta», apostilla

El presidente de esta entidad indica, de cara a 2012, que los avances logrados hasta ahora han de ser mantenidos «a toda costa» como «logros irrenunciables» y no son susceptibles de reducción o recorte. Por ello, pide que los poderes públicos preserven ese nivel de derechos y apoyos con políticas y legislaciones «enérgicas» de inclusión.

Sobre la aplicación de la Ley para la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, Cayo señala que la norma habría supuesto el «ideal» para algunas personas con discapacidad, pero que no lo ha sido «ni de lejos».

Asimismo, aclara que con la ley las necesidades de inclusión de este colectivo no estarían resueltas o en vías de resolverse: «se atendería tan solo al 20 por ciento y el resto, el gran grueso, queda y quedará fuera de esa norma y de sus dispositivos de atención».

En este sentido, subraya que la dependencia es sólo una «provincia» de la discapacidad, ya que «todas las personas en situación de dependencia son personas con discapacidad, pero no todas las personas con discapacidad son personas en situación de dependencia», advierte.

«EVIDENCIAS» DE QUE SE PARALICE LA LEY DE DEPENDENCIA

El presidente del Cermi apunta, además, que estos últimos meses están siendo «especialmente alarmantes «en el proceso de implantación de una norma, que, por otra parte, asegura que «nunca ha sido modélico». «No solo hay tentaciones, hay evidencias de desear paralizar o ralentizar una Ley que siempre ha estado en entredicho», asegura.

Con todo, afirma que se trata de una norma «positiva» para las personas con discapacidad, pese a las «deficiencias» del modelo, y pide que a los casi cinco años de su aplicación, lo que corresponde ahora es «hacer valorar lo realizado y plantear las reformas y las revisiones que la mejoren».

Luis Cayo recuerda que el sistema de Dependencia debía basarse en un modelo de Seguridad Social, a fin justamente de «preservar la unidad y la equidad en su implantación sin agravios por razón de lugar de residencia», pero lamenta que esto no se hiciera así y ahora la sociedad esté «pagando las consecuencias». No obstante, afirma que se está «a tiempo» de redefinir el sistema y volver a uno de Seguridad Social y que, para ello, «sólo falta voluntad».

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