Fuente: malagahoy.es

Los afectados dicen que los profesionales que trabajan con niños de necesidades educativas especiales tienen incluso menos de media hora de intervención por alumno · Se quejan de estar «desbordados» por la demanda.

Si la escolarización de un niño sin problemas es un trance difícil para las familias, el proceso en un menor con necesidades educativas especiales se complica mucho más. Aunque desde la delegación de Educación aseguran que «todos los centros públicos escolarizan al alumnado de integración» y cuentan con unidades de apoyo, la realidad, según los padres, es que «no es cierto que los colegios estén bien atendidos» en cuanto al número de profesionales que la administración pública destina a la atención temprana de alumnos con autismo y otras diversidades. La plataforma Inclusión TEA-TGD Málaga denuncia que «hay profesionales que tienen incluso menos de media hora de intervención por alumno, porque hay muy poco personal para la demanda que existe». Asegura el portavoz de esta organización, Francisco Arjona, que les llegan quejas de padres y de profesionales «porque están desbordados y no pueden dar la intervención que querrían».

Los afectados se apoyan en estudios científicos que valoran la intervención temprana y eficaz en conducta como un arma fundamental para que los niños sean cada vez menos dependientes. Sin embargo, «lo que está ocurriendo es que empiezan la escolarización integrados en el aula ordinaria, que es lo más recomendable, pero la falta de apoyo provoca que esos niños no puedan seguir el ritmo y acaben en aulas específicas o centros especiales», asegura el portavoz de la plataforma Inclusión TEA-TGD Málaga.

Según considera esta plataforma, «un niño de los nuestros si hace ruido, si tiene conductas complicadas, acaba expulsado del colegio o si no lo hace acaba aislado en una esquina, formando parte de la decoración, es así de fuerte». Si bien hay centros que funcionan bien, considera Francisco Arjona, «la falta de recursos es absolutamente evidente». Conscientes de que en época de crisis es más complicado que nunca que se atiendan las peticiones, los padres están dispuestos a poner una solución de sus propios bolsillos. «Le hemos pedido reiteradamente a la administración la entrada en el colegio de personal externo, pagando los propios padres un monitor o un PT (pedagogía terapéutica), o incluso profesionales que tratan al niño, sus terapeutas, que puedan trabajar de forma combinada con el colegio», explica el portavoz de la plataforma. No obstante, denuncia Arjona que eso no se da, que «los colegios están blindados y sus puertas cerradas a los profesionales externos».

Aseguran que se han unido varios padres para pagar y la respuesta es «absolutamente negativa», a diferencia de lo que ocurre con organizaciones como ONCE y Síndrome de Down. Por ello, también denuncian que «las diferencias son muy evidentes». Las aulas malagueñas escolarizan a 9.681 alumnos de integración, de los que casi 9.000 están matriculados en centros públicos. En cuanto a aulas específicas, existen en 80 centros públicos de la provincia y en 13 concertados y dan cobertura a 974 alumnos. En la provincia hay un centro específico público con 174 alumnos y cuatro concertados con 151 estudi.antes con diferentes tipos de discapacidad.

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