El Desorden de Espectro de Autismo (DEO) es la nueva categoría que recogerá  el  Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-V, cuya publicación está prevista para el próximo mes de mayo. En esta categoría DEO  se unificarán los trastornos de autismo, el síndrome de Rett, el  trastorno desintegrativo de la niñez, el síndrome de asperger y el  trastorno generalizado del desarrollo.

Hasta ahora el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales – Texto Revisado (DSM-IV-TR), de 2001, reconocía estos cinco desórdenes que ahora se pretenden unificar en la la categoría «Desorden de Espectro de Autismo (DEO)», con el manual DSM-5.

El autismo es un trastorno neurobiológico, que afecta al sistema nervioso central  y que provoca problemas en la comunicación, en la socialización y en la conducta de las personas. Las personas diagnosticadas de autismo también pueden presentar incapacidad para establecer contacto visual,  en el uso de la imaginación o conductas repetitivas.

¿Qué cambios se esperan en el área de autismo?

La publicación del DSM-V supondrá, entre otros cambios, que el «Desorden de Espectro de Austismo» sea incluído dentro de la sección de «Desórdenes del Neurodesarrollo». Otro de los cambios previstos es que en esta sección se describan  diferentes niveles de afectación y que se incluyan en ella  los «Desordenes de Comunicación Social (SCD)» que  suponen dificultades en el lenguaje y comunicación pero sin conductas repetitivas.

¿Cómo afectarán estos cambios a los nuevos diagnósticos?

La doctora Susan Swedo,  presidenta del  grupo de trabajo del DSM-V en la Sección de Desórdenes en el Neurodesarrollo, establece que «los criterios para el diagnóstico son básicamente iguales de los que se presentan en el DSM-IV-TR». Además, destaca que con la creación de la categoría del «Desorden del Espectro de Autismo (DEA)» mejorarán los diagnósticos realizados sin cambiar significativamente el número de niños diagnosticados con dicha condición. Sin embargo,  padres, familiares y profesionales de la salud están preocupados  porque estos cambios no afecten a la atención y los servicios a los que tienen acceso los niños, actualmente diagnósticados, y que podrían no cumplir el diagnóstico DEA. En esta situación se podrían encontrar  las personas  con el síndrome de Asperger o autismo de alto funcionamiento.

Se desprende de esta interpretación que los diagnósticos realizados con el DSM-IV-TR se pueden ver afectados con la publicación del  manual revisado,  DSM-V. Además, existe gran preocupación sobre los difertentes grados de afectación o  escala de severidad en el diagnóstico, tanto para las investigaciones como para la  intervención.

Steven Kapp, diagnosticado con la condición de Asperger y activista de los derechos de los niños con el Espectro de Autismo, asegura que » los niveles de severidad se pueden utilizar para negarle servicios a esta población, tanto a niños como adultos».

Desde la Federación Autismo Madrid seguiremos trabajando para que, independientemente de los criterios recogidos en el nuevo manual DSM-V,  todos los niños y niñas tengan la posibilidad de acceder a la atención profesional y los servicios necesarios para su adecuada evolución.

 

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