El autismo no se lo pone fácil a nadie, pero los padres y madres de niños y niñas con autismo intentan vivirlo cada día con naturalidad, asumiendo lo que les toca.  Por eso hoy queremos compartir con vosotros 10 consejos de  una madre de un niño con autismo para continuar cada día.
Consejos que cada día me ayudan a seguir
  1. No comparar a nuestro hijo con otros niños, sino siempre con él mismo para disfrutar con todos y cada uno de los logros.
  2. Aprovechar sus intereses para sacarles todo el partido posible e irlos ampliando con la incorporación poco a poco de cosas nuevas. No os podéis ni imaginar lo que dan de sí las tuberías, los postes de la luz, los generadores, los extintores, los dinosaurios, el sistema solar.
  3. Mantener una visión positiva y creer en nuestro hijo: no olvidemos que se esfuerza a diario, son unos campeones.
  4. Estimular: Orientarle, ayudarle y ofecerle alternativas cuando le falte iniciativa. Anticipar y usar apoyos visuales. Las sorpresas y el aburrimiento son enemigos.
  5. Trabajar a diario o con un horario determinado, de forma estructurada, con objetivos muy claros y divididos en pasitos pequeños.
  6. Ignorar ciertos comportamientos y reconducirlos hacia conductas (más) positivas.
  7. Utilizar el sistema “sandwich”, es decir, comenzar con algo que el niño domine para que tenga seguridad, después pasar a trabajar algo nuevo y terminar de nuevo con algo que el niño domine. Así tendremos siempre experiencia positiva y motivación para la siguiente sesión.
  8. Estimulación positiva: Elogiar y recompensar su esfuerzo, sus logros y la ausencia de conductas inadecuadas.
  9. Disfrutar cada momento de trabajo compartido, pasándolo bien juntos y manteniendo siempre la ilusión.
  10. En definitiva, potenciar las habilidades y trabajar las dificultades.
Anabel Cornago es la madre de Erik , un niño que nació con autismo, su diagnóstico fue de Kanner infantil cuando tenía dos años y cinco meses. A través del blog  «El sonido de la hierba al crecer», Anabel comparte con todos nosotros su día a día con Erik.  «Porque aunque  el autismo no le pone las cosas fáciles a nadie, es lo que tenemos»  y para Anabel este trastorno abrió un nuevo camino. Se formó y pasó a formar parte del equipo de terapia,  «madre mía, cuánto trabajo hay detrás… pero cuando ves que tu hijo evoluciona, merece la pena. Y cómo». Gracias Anabel por compartir tu trabajo y los avances de Erik.
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