Ser madre requiere una entrega total durante toda la vida.  Se acerca el uno de mayo, día de la madre, y queremos  recordar a todas aquellas madres que, en un momento dado, han tenido que enfrentarse a la realidad de un diagnóstico de autismo.  Una de ellas es Mercedes Jiménez, madre de una niña con autismo, escritora y documentalista; que ha publicado un artículo precioso dirigido las madres de niños y niñas con autismo.

Mercedes  anima a todas las madres a que se sientan orgullosas de su papel y las impulsa a  disfrutar cada momento de la maternidad, pero también  a darse la oportunidad de explorar las diferentes facetas de su feminidad. «El ayer fue fuente de aprendizaje, el hoy de conocimiento y el mañana de grandes logros».

Mercedes destaca lo  importante  que es ver  las personas con habilidades diferentes como «seres que tienen grandes potenciales»  y luchar por darles todas las oportunidades que sean necesarias para llevarles hacia el éxito.
 El autismo no es una condición ni mucho menos un diagnóstico. Para todas las madres sus hijos son seres excepcionales. En el caso de los niños con autismo también, pero no por el trastorno,  sino porque tienen sus propias capacidades y lo que es más importante, luz propia.
  No cabe duda que Mercedes, como muchas otras madres, ha tenido que recorrer un largo camino. Un proceso de altas y bajas, de aceptación y desafíos, de lágrimas y sonrisas, de soledad y desilusión, de ignorancia e intolerancia, de encuentros y tropiezos, de luz y tinieblas.Entre sus muchas recomendaciones queremos compartir lo que ella denomina las cinco etapas del proceso de pérdida. Una pérdida que todos experimentamos, interna o externamente, cuando nos tenemos que enfrentar a algo tan inesperado como un diagnóstico de autismo.Estas cinco etapas, que podrían experimentarse secuencialmente o alternas,  serían:  la negación, la negociación, la ira, la desesperación y la aceptación. Mercedes Jiménez asegura que es saludable aceptar estas etapas y reconocerlas, en vez de luchar contra ellas o ignorarlas ya que van a asegurar el funcionamiento adaptativo y  un retorno a la salud mental y emocional. Cuando uno enfrenta situaciones difíciles en la vida,  tampoco debe descartar pedir ayuda a un profesional. Ésta puede resultar beneficiosa a la hora de procesar los sentimientos difíciles.

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