Los anfitriones, Rusia, conquistan un total de 80 metales, arrasando al frente del medallero.
Fuente: Marca
Los Juegos Paralímpicos de Invierno de Sochi han apagado la llama olímpica y llegó la hora de hacer balance. Rusia ha arrasado al frente del medallero con 80 metales (30 oros, 28 platas y 22 bronces), más de un tercio de los que se disputaban los 45 países participantes. Los anfitriones se han mostrado intratables en especial en el biatlón y en el esquí de fondo. Alemania, con 15 medallas (9 oros, 5 platas y 1 bronce) y Canadá con 16 (7 oros, 2 platas y 7 bronces) completan el podio de metales.
España, mejor de lo esperado
En cuanto a España, la delegación formada por nueve deportistas se marcha de Sochi con el oro en descenso y la plata en eslalon de Jon Santacana y Miguel Galindo, y el bronce en la supercombinada de Gabriel Gorce y Arnau Ferrer. Estos tres metales la sitúan en el puesto decimotercero en el medallero, el mismo que hace cuatro años en Vancouver.
«Los resultados han sido mejor de lo que esperábamos gracias a la magnífica actuación de Jon Santacana después de haberse roto el tendón de Aquiles hace seis meses. Nadie esperaba que pudiera conseguir esos resultados», decía César Carlavilla, jefe del equipo español en Vancouver y director de deportes del Comité Paralímpico Español.
Jordi Carbonell, responsable de esquí alpino de la Federación Española de Deportes de ciegos, está de acuerdo con César: «Ha sido impresionante. Hace un año ya hubiésemos firmado lo que hemos conseguido. Ha sido increíble, no lo esperábamos. Con la lesión que tuvo Jon hace medio año en Australia ese momento se derrumbó todo y pusimos la maquinaria en marcha para ver cómo lo podíamos hacer. Ha estado trabajando muy duro. Desde el Dr. Guillén, que le operó; Kiko, el fisio que le trató en Madrid; Guillermo Aladrén en Zaragoza; la doctora Josefina Espejo, que coordinó todo. También ha trabajado super duro aquí Budi, el skiman».
«Sí, vamos de más a menos; que Jon consiguiese el oro en descenso después de medio año lesionado era algo impensable. Quien gana el oro en descenso es el rey. Esta prueba es la Fórmula 1, es donde se ponen a más de 100 kilómetros/hora», añadía. A ese oro siguió la plata en eslalon, una plata que supo a oro porque en la segunda manga Jon y Miguel hicieron una remontada estratosférica.
Además, la pareja española consiguió dos cuartos puestos en supergigante y gigante, y Gabriel Gorce y Arnau Ferrer el bronce en la supercombinada. «Es el primer resultado importante de este corredor y espero que consiga muchos más», deseaba Carbonell.
También muy satisfecho se mostró Andrés Gómez, responsable de esquí alpino de la Federación Española de Deportes de personas con discapacidad física.
“Nuestra valoración es muy positiva. Hemos pasado de llevar una persona a los Juegos a traer a cinco entre esquí alpino y snowboard. En el caso de Úrsula, sus pruebas eran el gigante y el eslalon. Al competir en el supergigante y la supercombinada le generó más presión. Eran sus segundos Juegos”.
Andrés destacó el gran debut de Óscar Espallargas, en silla, que llegaba a estos Juegos con el objetivo de acabar entre los veinte primeros y fue decimotercero en gigante y decimocuarto en eslalon. También quiso resaltar la actuación de Astrid Fina en el debut del snowboard en unos Juegos Paralímpicos. La catalana, que llevaba sólo un año practicándolo, acabó en la sexta plaza. Urko Egea fue decimoséptimo y Aitor Puertas, trigésimo.