Mamá ¡Ya soy mayor! Sin que puedas comprender realmente lo que ello significa.
Son tantas las noches húmedas por mi pena. Y tan alegres los días para que veas mi sonrisa. Se me agolpa el amor porque ahora te llamo y hacia mí acudes, galopando el caballo de la ilusión perdida.
Necesito tus manos entre las mías. Tu olor junto a mi regazo. Haciéndonos un lazo umbilical que nos abrace tan fuerte, como a ti te gusta. Protegiéndote….
De vez en cuando soltamos amarras, dejando que cada cual pueda vivir por separado. Para ir desencadenando obligaciones.
¡Soy mayor! Y llevas la ropa a la lavadora, metes los cacharros en el lavavajillas y lo más grandioso ¡te quieres duchar!
Eres mi Princesa. Mi Princesa de los Ojos Azules como el Mar. Así te lo enseñé desde pequeña.
Siempre te hablé mucho, tanto y tan natural como si todo lo pudieras asimilar sin más. Y de vez en cuando me dices cosas que te vienen a tu memoria y que hace tanto te conté.
Te siguen gustando las películas Disney, vistas una y otra y tantas veces. Te aprendes los diálogos y los repites y actúas en el mismo tono. También te gustan en inglés y repites ese idioma perfectamente. A través de las películas te enseño la diferencia entre los buenos y los malos, entre lo que está bien y lo que está mal. Enseñándote emociones. Las cuales has aprendido con creces. Curiosamente te encantan los personajes “malos”. El Lobo (tu favorito), Rasputín, El Capitán Garfio, La Bestia, Schreck (el ogro no tan malo), Shere Khan. Se ríe de sus gestos, de sus malas acciones, de sus fracasos, del susto que proporcionan, llegando al final feliz.
Tus fiestas favoritas son La Navidad y Halloween. Los disfraces, el teatro, el cine, desde muy pequeña lo vivimos con gran alegría y diversión.
Nunca pienso en tu futuro. Viviría en una constante tristeza. Cuando yo no esté, te imagino deseando que vuelva, que aparezca en cualquier momento para hacerte todas mis gracias, gritos, risas y abrazos que siempre necesitas. No lo pienso y menos aún desde que apareció la epilepsia. Esa mala compañera que no logramos erradicar. Vivo el DÍA a DÍA con el único objetivo de tu bienestar y también del nuestro como consecuencia. Intentamos adaptarnos a estos dos mundos que no son muy comprensibles y que nos obliga a una soledad no deseada.
Eres tan emocional. Tienes una sensibilidad tan especial. Aun mostrándome con sonrisas, si tengo alguna preocupación, me preguntas constantemente que me pasa. Y si discutimos por alguna diferencia papá y yo, nos abrazas y dices que los “tres” besos.
A tus casi 17 años, llevas 3 ó 4 muy enamorada de un compañero del colegio. En el verano, al no poder verle, lloras por su ausencia. Tengo que inventar que le llamo por teléfono y aunque él no puede hablar, teatralizo una conversación. Tú le das besos al teléfono y le dices que le quieres mucho. Es maravilloso verte reír y saltar al finalizar. Tu mundo es un Arco Iris que a veces aparece detrás de una tormenta.

Y es que te has enamorao MI NIÑA. Cómo solo se enamoran En los Cuentos las “Princesas”
Desde siempre te acercabas Tan solo con TU mirada, Atrayéndolo a tus ojos Que sus ojos escondían
Me dijiste: Mamá: ¿Le doy un beso? Sí hija, los que tú quieras. Él se plegaba en principio Sin saber lo que sentía.
No habla mamá… No le hace falta, te entiende. Háblale tú mi niña Que te sienta.
Acariciabas sus manos, La cara tú le cojías, Y hasta su cuerpo abrazabas Que ya te correspondía.
Te has enamorao MI NIÑA Y sin hablaros siquiera. Con los ojos, Con las manos, Con los besos Os abrazáis cada día.
Sois AUTISTAS dicen todos, Viviendo un mundo distinto. Pero ese AMOR Solo vuestro Yo lo quiero HIJA MÍA.

  • Título: «Ya soy mayor»
  • Autora: Ángeles Gálvez Pescador
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