Las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) pueden tener dificultades en algunas actividades básicas de la vida diaria, como puede ser la alimentación, ya que muchas personas con TEA pueden presentar hipersensibilidad en uno o varios sentidos, lo que provoca una alimentación limitada. La falta de una alimentación variada y la hipersensibilidad a productos de higiene bucodental, puede causar problemas de salud como caries o gingivitis.

Las personas con TEA tienen mayores índices de padecer problemas de salud bucal, por lo que, mantener una adecuada limpieza desde casa es la base de la prevención.

Por ello, a la hora de lavarse los dientes hay que tener en cuenta diferentes aspectos:

 

El cepillo y la pasta de dientes

El cepillo de dientes tiene que estar lo más personalizado que sea posible a sus características y necesidades. Se puede utilizar un cepillo convencional, tanto manual como eléctrico (teniendo en cuenta la vibración y el sonido) o cepillos especiales como, por ejemplo, de triple cabezal, el cual recorre simultáneamente diferentes superficies dentarias. También es importante elegir el tipo de cabezal (duro o blando) en función de la sensibilidad de las encías y teniendo en cuenta los diferentes tamaños para elegir el que más se adecue a su boca.

Además, si existen problemas de sujeción, es posible modificar el mango o utilizar el cepillo eléctrico, el cual evita realizar el movimiento.

Respecto a la pasta de dientes, existe una gran variedad de pastas en el mercado. Las personas con TEA pueden elegir entre ellas en función de su sabor, textura y color. Además, hay que tener en cuenta la cantidad de pasta de dientes que se utilice en cada lavado.

El cepillado

El sitio más habitual para el cepillado es el baño pero algunas personas con TEA pueden sentirse más cómodas en otras zonas de la casa. Para la higiene bucodental, es posible realizar la limpieza en lugares donde las personas con TEA se sientan más cómodas, como por ejemplo su habitación o el sofá, ya que el objetivo es que aprendan a cepillarse los dientes.

Una vez elegido el sitio, el cepillo de dientes y la pasta se pueden colocar siempre en el mismo lugar con el fin de establecer una rutina. Además, en ese mismo lugar puede colocarse una secuencia de imágenes, mediante pictogramas, mostrando los pasos que se deben seguir para una correcta higiene bucal, así como un temporizador para que las personas con TEA puedan visualizar la duración de la tarea.

Antes de comenzar el cepillado, un cuidador o profesional puede explicar y mostrar cómo se hace. Esta secuencia de “explicar – mostrar – hacer” puede ayudar a disminuir la ansiedad. Una vez se esté realizando el cepillado, se puede continuar explicando y mostrando cada paso, ya que eso facilitará la futura autonomía. Y en cada momento que se vaya a cambiar la zona del cepillado pueden mostrarse imágenes de las siguientes zonas de la boca y establecer cuántas veces hay que cepillar en cada sitio.

Cabe destacar que el número de pasos necesarios para lavarse los dientes se establecen en función de las necesidades de las persona con TEA. En ocasiones, los primeros pasos comienzan con practicar a abrir la boca o poner en contacto del cepillo de dientes con los labios.

No obstante, para este proceso de higiene bucodental será beneficioso apoyarse en un equipo multidisciplinar de profesionales, los cuales, ofrecerán las distintas pautas a seguir así como las adaptaciones necesarias. Cuyos objetivos principales son, por un lado, una correcta salud de higiene bucodental y, por otro lado, fomentar la autonomía e independencia en el cepillado de la boca.

Para saber más:

  • Heras, A. (2019). Guía para la participación de las personas con TEA: claves para la salud bucodental. Asociación Autismo Córdoba.
  • Merino, M. (2016). La atención bucodental en personas con TEA en Castilla y León. Federación Autismo Castilla y León.

 


Sara Linuesa Ureña. Psicóloga. Técnica del Servicio de Información y Asesoramiento de Autismo Madrid.

 

 

 

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