Según un nuevo estudio publicado en Psychological Science, parece el autismo puede proteger frente algunos trucos de márketing.

Los investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han encontrado que las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) son más consistentes en sus opciones al evaluar las opciones de productos.
Cuando se trata de procesar la información y realizar diversas tareas cognitivas, las personas con TEA son conocidos por ser mejores en la optimización de estímulos distractores o contexto irrelevante y los científicos quería comprobar si esta tendencia se aplicaría a las tareas de toma de decisiones de nivel superior. Para ello, el equipo reclutó a 90 personas con este diagnóstico y 212 personas neurotípicas.

A ambos grupos se le presentaron repetidamente diez pares de productos en diferentes categorías, incluyendo teléfonos móviles, una marca de zumos de naranja, o memorias USB.

Los participantes tuvieron que elegir un producto que tuviera dos características previamente indicadas (como la vitamina C y el contenido de calorías del zumo de naranja, por ejemplo). Pero las opciones estaban manipuladas de tal modo que cada par de productos se acompañaba de un producto ‘señuelo’ con las características seleccionadas para hacer una de las dos opciones más atractiva.

Los resultados muestran que los participantes con TEA hicieron elecciones más consistentes y menos influenciadas por los trucos

Si las personas fueran agentes perfectamente racionales (y no lo somos), un producto señuelo no debería llamarnos tanto la atención y deberíamos ser capaces de evaluar los productos por su propio mérito, independientemente de las distracciones. «Si uno prefiere el salmón a la carne, esto no debe cambiar solo porque se le añaden ancas de rana al menú», ejemplifican los investigadores.

Pero los estudios han demostrado una y otra vez que cuando las personas neurotípicas hacen elecciones, la presentación de sus opciones es muy importante. Esto se conoce como el efecto de atracción, un fenómeno bien estudiado y fácilmente aplicado por los vendedores que tratan de influir en el comportamiento del consumidor. Mediante el uso de señuelos específicos, el equipo fue capaz de ver si las personas cambiaron su selección cuando cambiaba este, sin que se modificaran ninguna de las características principales del producto.

Los resultados muestran que los participantes con TEA hicieron elecciones más consistentes y menos influenciadas por los trucos, lo que sugiere, desde una perspectiva económica, que las personas con Autismo son más racionales y menos propensas a ser influenciadas por la forma en que se presentan las opciones, aseguran los autores.

Los científicos afirman que este hallazgo tiene aplicaciones prácticas para el funcionamiento socioeconómico de las personas con TEA, porque además de en la compra de productos, esta capacidad puede tener un efecto en las decisiones políticas o juicios legales. Para los científicos, este trabajo volvería a demostrar que el autismo no es en todos los aspectos una discapacidad. El equipo espera que haya más posibilidades de estudiar otras peculiaridades psicológicas conocidas para comprender mejor cómo procesan el mundo las personas con esta condición.BOTON MÁS NOTICIAS
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