Un decálogo breve de 12 temas que no deberíamos plantear a las familias con un miembro TEA en su hogar y que nos ha parecido muy didáctico.

Fuente: iluminemosdeazul.org

1. “Pero no parece que tenga autismo”

Las apariencias no son suficiente para diagnosticar a alguien, e incluso si lo fuesen, lo más probable es que ese niño ya tenga un doctor que lo atienda. ¿Por qué deberíamos cuestionar su diagnóstico y enfermedad?

2. “¿Estás seguro que es autismo y no es sólo que es maleducado?”

Es muy común que la gente crea que estos niños no se atienen a las normas sociales por el simple hecho de que son maleducados. La verdad es que tienen un impedimento, algo que es más fuerte que ellos y que no les permite ver como lógicas las normas sociales impuestas que todos los demás respetamos. Se esfuerzan por hacerlo, y eso merece comprensión.

3. “Pero se ve como un niño normal”

Decir que algo es ‘normal’ o que no lo es es bastante fuerte, no sólo porque genera una gran brecha, sino porque demás indica que hay una forma correcta de ser. Es doloroso y de mala educación.

4. “Deberías obligarlo a hacer eso que no quiere, es la única forma de que aprenda”

¿Obligarías a un niño al que se le ha recomendado hacer reposo a correr? Lo mismo aplica en este caso.

5. “Oh, pero es muy funcional”

Una vez más, al decir eso, estás comparando al niño o niña con un estándar de lo que ‘debería ser’. Él o ella son lo que son, y eso es lo que serán para siempre, ese es su yo, su identidad y la forma en la que merecen ser amados.

6. “¿Qué crees que causó el autismo?”

Si supiéramos la respuesta a esa pregunta estaríamos en otro lugar, ¿no crees?

7. “¿Tiene algún talento en especial?”

Existe un estereotipo que dice que todo niño autista tendrá un talento especial o una capacidad sobrehumana para hacer algo. No siempre es el caso, e incluso si así fuese, ¿a qué viene esa pregunta? ¿se la haces a todo el mundo?

8. “No creo que sea autista, es capaz de mirarme a los ojos”

Probablemente sólo está haciendo una imitación de ‘mirar a los ojos’. Nuevamente, incluso si así fuese, ¿por qué deberíamos ignorar su diagnóstico?

9. “Lo más probable es que se le pase”

No, es una condición de por vida. Créeme que si fuera posible, los padres de estos niños serían los más interesados.

10. “He leído que puedes curar el autismo”

Esto asume, una vez más, que los padres de niños autistas no han hecho nada por lograr que su hijo mejore. Está más que claro que les encantaría que su hijo tuviese una vida más sencilla, pero no es posible.

11. “Oraré para que todo salga bien”

Más que orar, prestar ayuda concreta sería de gran ayuda. Por lo demás, e incluso si tus buenas intenciones son muy bienvenidas y agradecidas, orar no logrará acabar con su autismo.

12. “¿Has probado darle más vitaminas?”

El problema de tu hijo poco tiene que ver con la dieta y probablemente ya has intentado varias terapias alternativas que leíste por ahí. Esto, una vez más, asume que no has hecho todo lo que es posible y de que una u otra forma, es tu culpa que las cosas estén como estén.

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