Un grupo de investigadores valencianos han lanzado un proyecto de comunicación con niños con autismo, con el fin de contribuir a la mejora de las habilidades sociales y comunicativas de los niños que sufren Trastorno del Espectro del Autismo.

Fuente: Valencia Plaza

La Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio), la Universitat Jaume I (UJI), los departamentos de Salud de La Ribera y Manises e Idinea (Instituto de Diagnóstico e Investigación de Niños con Espectro Autista) han puesto en marcha un proyecto de investigación sobre el uso de robots para mejorar la comunicación social de niños con autismo.

El objetivo es evaluar la eficacia de las terapias asistidas con robots humanoides interactivos en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y contribuir a la mejora de las habilidades sociales, comunicativas y cognitivas de los menores, así como reducir el riesgo de los síntomas secundarios como la agresividad o irritabilidad, según ha informado el Consell en un comunicado.

Este proyecto, dirigido por un grupo pluridisciplinar con amplia experiencia en robótica y el diagnóstico y terapia del autismo, aunará la práctica clínica, el desarrollo tecnológico y la interacción humano-robot.

La investigación pretende demostrar que el uso de robots puede ser beneficioso para la terapia de estos niños, ya que pueden interactuar de ‘intermediarios’ entre el niño y el terapeuta, o entre varios niños para facilitar la relación social.

Con este objetivo, el rector de la UJI, Vicent Climent, rector de la UJI; Eloy Jiménez, director gerente de FISABIO; Manuel Marín, gerente del departamento de salud de La Ribera; Vicente Gil, gerente del departamento de salud de Manises y Rosa Mª Toro, presidenta de IDINEA-PROSUB, han firmado el acuerdo de colaboración para el desarrollo de este proyecto.

SESIONES SEMANALES DE TERAPIA

Durante nueve meses, niños con TEA de edades comprendidas entre 4 y 7 años recibirán sesiones semanales de terapia con robots que se desarrollarán en la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Hospital de Manises (Unrhi) y en el Instituto de Diagnóstico e Investigación de Niños con Espectro Autista (Idinea) asociado al Hospital de la Ribera.

Los robots permiten una interacción social sencilla y predecible, lo que reduce el estrés y la presión en los niños con TEA. Hasta el momento, su uso en entornos clínicos no ha sido probado sistemáticamente. El desarrollo conjunto de intervenciones terapéuticas y terapias sociales basadas en robots puede propiciar nuevas oportunidades de tratamiento y nuevos usos para robots interactivos.

Las características de estos robots –comportamiento predecible, menor número de estímulos– pueden contribuir a un tratamiento más satisfactorio y efectivo. El Laboratorio de Robótica de la Universitat Jaume I dispone de 6 robots humanoides programables de 58 centímetros de altura, especialmente diseñados para la interacción con las personas.

Estos robots disponen de cámaras de vídeo para reconocimiento de imágenes y micrófonos para reconocimiento de voz. Están equipados con un sintetizador de voz para comunicarse en lenguaje natural y pueden realizar una gran variedad de movimientos: caminar, realizar gestos con los brazos, mover la cabeza, coger objetos, entre otros.

En los últimos años ha aumentado el interés en el desarrollo y validación de tecnologías para los niños con TEA, como juegos de ordenador, realidad virtual y robots.

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