BERNARD RIMLAND (1928 – 2006)

Rimland fue psicólogo y padre de un niño con autismo.

Posiblemente sea uno de los investigadores más controvertidos de la historia del autismo, ya que es conocido por defender la teoría médica de Dr. Andrew Wakefield que vinculaba las vacunas con el autismo.

Esta teoría siempre ha carecido de base científica y, con los años y las posteriores investigaciones, ha quedado totalmente desacreditada. No obstante, causó y sigue causando un profundo daño en la comprensión del autismo.

A pesar de ello, Bernard Rimland eliminó la asociación entre la aparición autismo con la falta contacto afectivo de las madres, comúnmente conocido como madres nevera, afirmando que el autismo era un trastorno de origen neurobiológico

LORNA WING (1928 – 2014)

Fue una psiquiatra y médica inglesa, madre de una niña con autismo.

El estudio que llevó a cabo en 1949 junto a Judith Gould, destaca principalmente por haber acuñado el término “espectro”:

«El autismo como un continuo más que como una categoría diagnóstica, como un conjunto de síntomas que se pueden asociar a distintos trastornos y niveles intelectuales»..

Sus investigaciones sobre autismo hacían referencia a los hallazgos de Asperger, aunque con este nuevo término, produjo una expansión del diagnóstico introduciendo el concepto de Trastorno del Espectro Autista. 

Wing hacía referencia a diferentes dimensiones alteradas en el continuo, como la reciprocidad social, la comunicación, la capacidad simbólica, conducta imaginativa y los patrones repetitivos de actividades e intereses. 

Respecto a la intervención, Lorna Wing abogaba por elaborar y diseñar un tratamiento específico de intervención en función de las características que presentase cada persona con TEA.

TEMPLE GRANDIN (1947)

Científica etóloga, zoóloga, profesora y pionera en compartir públicamente su experiencia personal en relación con el autismo.

Gracias a sus estudios y su investigación con animales de granja, observó que éstos eran sensibles a distracciones visuales tales como sombras, cadenas, luces, etc. haciendo que se asustasen o estresasen.

Tras observar que los animales se tranquilizaban cuando los metía entre dos placas metálicas que les comprimían por ambos lados, inventó la “máquina de dar abrazos”.

Temple hace mención a los abrazos, ya que de este modo, ella podía tener el control de la intensidad del “abrazo” y de su duración. Por tanto, esta máquina resultó ser muy estimulante para ella, puesto que la ayudaba a relajarse y a empatizar con otras personas.

A menudo, surge el mito de que las personas con autismo no desean el contacto con los demás. Se ha demostrado en numerosas ocasiones que las personas con TEA desean afecto, pero en ocasiones la hipersensibilidad dificulta el contacto.

ÁNGEL RIVIÉRE (1949 – 2000)

Fue un psicólogo y científico cognitivo español. Se especializó en niños con trastorno del espectro del autismo y desde 1978 trabajó en la Asociación de Padres de Niños Autistas (APNA).

Sus estudios se centraban tanto en las habilidades de interacción social como en las alteraciones que se producían en el desarrollo de sus funciones psicológicas, como, por ejemplo, en la teoría de la mente, el lenguaje y la ciencia cognitiva.

Entre sus numerosos estudios y publicaciones, destaca el Decálogo ¿Qué nos pediría una persona con autismo?, en el que podemos encontrar 20 pautas básicas para relacionarnos con las personas con TEA. Algunas pautas de este decálogo son:

  • Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura, y no caos.
  • No sólo soy autista. También soy un niño, un adolescente o un adulto. Comparto muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llamáis «normales». Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago las cosas bien. Es más lo que compartimos que lo que nos separa
  • Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparación con los que os decís «normales». Me cuesta comunicarme, pero no suelo engañar. Mi vida como autista puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya «normal». En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.

 

ERIC SCHOPLER (1927 – 2006)

Eric Schopler fue un psicólogo americano y el fundador del reconocido programa TEACCH, junto con Robert Reichler, en 1972.

Los estudios de Schopler en el campo del autismo iban dirigidos a determinar su naturaleza exacta, las maneras más eficaces de tratarlo y poniendo el énfasis en la aplicación de un enfoque educativo.

Sus trabajos mostraban cómo los niños con TEA comprendían mejor la información que se presentaba de manera visual y que las tareas estaban mejor ejecutadas cuando éstas habían sido estructuradas en secuencias de pasos simples.

En esa época, las terapias predominantes eran aquellas en las que se trabajaba únicamente con la persona con TEA. Pero Eric Schopler defendió e integró la idea de que los padres participasen en las terapias como coterapeutas y continuasen en el hogar con este proceso educativo – terapéutico.

La conclusión de Schopler fue que la mejor manera de apoyar a los niños con TEA en su desarrollo era a través de una enseñanza basada en información visual, estructurada y llevada a cabo entre los padres y el personal especializado. Lo que ha llevado al desarrollo de diferentes sistemas de apoyo, tales como las agendas visuales.

Actualmente, el método TEACH está instaurado en multitud de escuelas de todo el mundo como método de aprendizaje principal.

 

A lo largo de estos dos artículos hemos podido ver cómo ha evolucionado el concepto de Trastorno del Espectro del Autismo. Aunque queda mucho por hacer, los avances en investigación y métodos de aprendizaje ayudan a la mejora de la Calidad de Vida de las personas con TEA

 

Un poco de historia sobre el TEA… (Parte 1)

 


Sara Linuesa Ureña. Psicóloga. Técnica del Servicio de Información y Asesoramiento de Autismo Madrid.
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