LA HABILIDAD DE SER ESPECIAL

Autora: Mª José López Manjón

A veces es más fácil escribir sobre las cosas malas, sobre aquello que nos hace daño, lo que más nos duele, sobre aquello que nos hace sentirnos pequeños, insignificantes. Escribir sobre todo aquello que nos hace llorar, nos lastima y nos hace pararnos, y no nos permite avanzar en nuestro camino por la vida. Es más fácil hablar del egoísmo que de la generosidad, o del miedo que de la valentía, es más fácil hablar de los problemas diarios que de lo bueno que nos va pasando.

En el autismo pasa también lo mismo, es más fácil hablar de aquello que nos duele y nos preocupa. Es más fácil contar los problemas a los que nos enfrentamos a cada momento, que de sentarnos a ver los avances que ya hemos conseguido.

He pensado mucho cómo empezar este relato, qué decir de bueno de mi hijo, de sus habilidades, de lo bueno que tiene. Es mucho más fácil contar sus graves deficiencias, todo por lo que hemos pasado, las veces que hemos llorado viéndole estancado, sin avances. Es más fácil decir lo malo que ver lo bueno.

Pero el tema que se nos propone es hablar sobre sus habilidades… Y qué puedo decir de él? Soy su madre, y las madres ven lo más bello de cada uno de sus hijos. Es dulce, maravillosamente tierno, no puedo evitar reírme cuando tiene una de sus ocurrencias, es divertido y su risa es contagiosa, poderosa, sanadora. Y tiene una mirada y unos ojos tan bellos como todo su ser.

Me encanta cuando lo veo feliz, cuando le veo enfrentarse a las cosas y no tiene miedo, me gusta cuando busca la compañía de los demás y no se aparta, ni está solo.

Tiene un talento excepcional para la música, un oído impresionante que hace que oiga todo dimensionado. Eso le capacita para tener una memoria fuera de lo común.

Tiene la habilidad de hacerme sonreír a cada momento, la habilidad de haberme hecho desarrollar una gran paciencia.

Tiene la habilidad de volverme loca, la habilidad de querer verlo a cada momento, de que piense en él constantemente. Tiene la habilidad de haberme hecho aceptarlo tal y como es, con todos y cada uno de sus defectos y de impresionarme con cada una de sus virtudes.

Tiene una habilidad innata para sacarme a veces de mis casillas, y a los demás. La habilidad de la insistencia más absoluta. La habilidad de que me haga ver la vida con fuerzas para luchar, para seguir adelante, aunque no siempre vea la luz.

Tiene la habilidad para contagiarme de su felicidad, que siempre es la mía. La habilidad de que me vuelvan tonta sus besos y sus caricias. Y la habilidad de sentir un amor incondicional hacia él.

La habilidad para hacerme seguir caminando a su lado, soltándole la mano de vez en cuando, pero sólo de tanto en tanto, aún me cuesta. Tiene esa habilidad increíble de hacer que CREA en él, y de que sus LÍMITES sólo los pone ÉL.

Tiene la habilidad para hacerme ver que a pesar de todo, debo creer en las personas y en el mundo. Y de que muchas veces la palabra DIScapacitado, sólo es una sílaba mal puesta. Y la habilidad de hacerme SOÑAR con un mañana mejor, y del verdadero significado de la palabra PODEMOS.

Tiene la habilidad de quitarme muchas veces el sueño, de mis lágrimas, de mis mejores momentos, y de los peores.

Y tiene la habilidad de hacerme ESPECIAL, con mayúsculas, de sentir que con él no cumplí todos mis sueños, no era el hijo que yo soñé, pero me hizo ser así, con sus habilidades ha puesto mi mundo patas arriba, y ahí sigo, intentando ponerlo todo ordenado, derecho, recto…. aún no me doy cuenta que en eso también es habilidoso, y que en ese CAOS, reside la verdadera esencia de ÉL MISMO. Gracias por recordarme, que hay cosas tan bellas por las que dar gracias y por las que valen la pena volver a REIR.

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