Escrito por Benito Junoy

Y tenían que estarlo presintiendo los cielos porque llovía intensamente en Madrid esta tarde de triste otoño, cuando nos dejaba, sin hacer ruido, con la humildad que suelen tener los grandes hombres, nuestro querido y entrañable Cándido Velázquez, Cándido, como gustaba le llamáramos.

No es esta la tribuna idónea para hacer una semblanza del hombre de empresa, del ejecutivo brillantísimo que sentó las bases, como otros de su estirpe empresarial, para que compañías como Coca Cola España, Tabacalera o Telefónica estén hoy donde están, consolidadas en el mundo.

No; aquí queremos rendir homenaje a un ciudadano ejemplar, a un padre de familia, con un hijo con autismo, que desde los primeros movimientos asociativos, de la toma de conciencia de los problemas que todas las familias, en situaciones similares sufríamos, supo estar siempre en primera línea y al frente de las mismas; podríamos definir le como un entusiasta activista.

Desde casi los comienzos de la Asociación Nuevo Horizonte, donde ha tenido lugar la escolarización y tratamiento de su hijo, se ha dedicado siempre a las causas de los discapacitados y de las personas con autismo y sus familias.

Ha presidido brillantemente la Confederación Autismo España; ha sido un entusiasta y altruista patrono y colaborador en cuantas Fundaciones y Mutualidades se requería su trabajo y su presencia. Ha estado muy vinculado a muchas de las importantes iniciativas que se tomaban en la ONCE y en los CERMI, donde eran tenidas muy en cuenta sus siempre brillantes aportaciones.

En la actualidad era el Presidente de la Fundación Asistencia al Autista.
Pero, con todo, hay una faceta que sí quiero resaltar y que tendré la suerte que siempre quedará guardada y archivada en mis recuerdos personales y es la del Cándido persona.

Siempre le recordaré encontrándonos 3 ó 4 días a la semana, a las 10 de la mañana en Nuevo Horizonte, para ver a nuestros hijos, para llevarles y traerles sus ropas, sus utensilios, para tomarnos luego un café y para charlar, siempre charlar como buenísimo, culto y polifacético personaje que ha sido.

Es la persona con la que más he disfrutado oyendo y participando de sus experiencias, viajes, anecdotarios de todo tipo, de su querida tierra andaluza, de Jerez, de Cádiz, de las primeras centralitas telefónicas que instaló Primo de Rivera en su pueblo, en Jerez; de las labores de primor de los tabacos en Cuba, donde había nacido y se conserva la casa de su abuela, o de los tabacos de Filipinas; y me corregía cuando yo le decía que la primera línea de ferrocarril en España había sido la de Barcelona a Mataró y me decía que no, que lo había sido la de La Habana a Santiago que, claro, en aquel siglo XIX era tan español como Córdoba.

Era un experto comunicador y se te paraba el reloj oyendo sus infinitas anécdotas con políticos y mandatarios de medio mundo, de su gran conocimiento de la Historia de América, sólo comparable a la de mi antiguo profesor en Turismo, D. Manuel Ballesteros Gaibrois.

Fue una delicia personal compartir con él viajes a Barcelona, a Girona, Cádiz, Granada.. pues era una fuente de erudición; creo que muy pocas personas en España hayan tenido el dominio que él poseía acerca, por ejemplo, de los tiempos de los moriscos, la morería, los judíos en España, los orígenes de todos sus apellidos, el papel de los conversos. También un experto lorquiano y no digamos su quizá más desconocida faceta, la de ser un experto erudito en todo lo concerniente al flamenco y el cante jondo.

Esta faceta humana, accesible, cercana y siempre humilde, siempre sonriente, es la que me quedará de nuestro querido Cándido, del buen hombre, del buen padre de familia.

Desde aquí, Cándido, enviamos un fortísimo abrazo a Lupe, tu esposa, Vocal de nuestra Junta Directiva de Nuevo Horizonte y a tus hijos y nietos.
De verdad, de corazón, a ti nunca te olvidaremos.

Benito Junoy y toda la gran familia que forma AUTISMO ESPAÑA

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